Con solo bajar la potencia un kWh el ahorro puede ser de hasta 50 euros al año y lo mismo con la modalidad de contratación. De ahí la importancia de saber qué tarifa y potencia tienes contratada.
Los datos son preocupantes. La electricidad no es el mayor gasto energético del hogar, pero es más que relevante y más al precio al que ha llegado. Eso sí, por delante aún están la gasolina y el gas para la calefacción y el agua caliente. La conclusión es determinante. Falta información a los consumidores para que puedan elegir la opción que más les conviene. Hay un déficit cultural en este sentido y no se le da la importancia que realmente tiene… El precio de la luz hoy será de 132 euros/MWh a lo que luego hay que sumarle la compensación y eso ya es suficiente. 30% superior al del año pasado cuando no llegó a los 94 euros y eso para los que tengan una tarifa variable de las que la más conocida es la oficial, aunque hay otras fórmulas similares.
El límite del precio del gas para la generación eléctrica ya se está dejando sentir en los bolsillos tras un extraño comienzo. Sin embargo, como ha señalado Jorge Morales de Labra en En jake de EiTB no es lo único que cuenta. Y es que la CNMC ha detectado que hasta un 78% de los hogares tienen más potencia contratada de la que necesitan. La cifra es de finales de 2021, pero lo normal es que en este tiempo poco haya cambiado. Además, es aún peor porque este mismo informe destaca que uno de cada cinco ni siquiera conocen la que figura en su contrato. La mayoría fueron firmados hace ya muchos años y no se han revisado ni actualizado. Es decir, que tras la excepción ibérica y las rebajas de impuestos aún hay un pequeño margen para bajar los recibos.
La regla de oro para saber si se tiene más potencia contratada de la que se necesita es que al menos deben saltar los plomos (o dispararse el automático) dos veces al año.
Todavía hay más, el 27% de los consumidores desconoce por completo cuál es su tarifa de la luz. Es decir, a cuánto le cobran lo que consumen. Eso sí, los hábitos a la hora de encender y apagar las luces y electrodomésticos o dejar las lavadoras para el fin de semana están ahí. Sí, el 65% suele tener en cuenta la diferencia de precios a las distintas horas del día y tratan de adaptarse a todo lo que tiene que ver con reducir el gasto energético. En cualquier caso, continúa faltando mucha información… y también algo de cultura. Todo para que al final no salten los plomos ni se produzca un cortocircuito cuando se reciba la factura de la luz. Otro dato curioso es que por primera vez los clientes a precio fijo pagaron menos en 2021 que los que la tienen variable.
Por cierto, situación que no va a durar mucho porque las eléctricas están subiendo ya estas tarifas. No hay que negarlo. Entender la factura es de todo menos fácil, pero al menos habría que saber este último dato: ¿fija o variable? Para comprobarlo solo hay que fijarse en la factura. Si siempre se cobra al mismo precio el kWh está claro… y si, por el contrario, va cambiado mes a mes… Mucho más difícil es en estos momentos saber cuál es la más conveniente. Es decir, la que resulta más económica. Hasta ahora estaba claro, las variables en 7 de los últimos 8 años han sido las más baratas… y probablemente vuelvan a serlo. Difícil decidirse. De hecho, con las subidas que están sufriendo las estables, la cosa está ahí, ahí.