Las rebajas de 2022 no serán como las de años anteriores. Serán algo menores, pero lo bueno es que vuelven a la electricidad, ¿quién se beneficiará del descuento del IVA de la luz al 5%?
Mucho tiempo se llevaba hablando del IVA de la luz y por fin volvió a llegar el momento. Anuncio de una nueva rebaja del impuesto que pasa del 10% al 5%. En total 16 puntos porcentuales en menos de un año y ya poco más se podrá tocar. Por aquí apenas queda margen de maniobra. Tampoco parece que vaya a ser mucho el ahorro, pero al final todo ayuda. Así, al tratarse de un impuesto proporcional, la cantidad exacta es algo que solo depende del importe de la factura. Además, la cuenta es muy sencilla. Si el último recibo fue de 50 euros, el descuento será de solo 2,5, pero si es de 250 euros la cosa cambia. 12,5 euros que no está nada mal.
O lo que es lo mismo… Las familias que están tratando de reducir al máximo su consumo y usan más el ventilador que el aire acondicionado para hacer frente al calor tendrán una rebaja muy pequeña. Mientras que las que tienen una piscina climatizada en casa con depuradora y todo o un jacuzzi conseguirán un ahorro mayor. Ahí es donde está el problema. La medida no es progresiva. Es lo que tienen las reducciones indiscriminadas de impuestos. Afectan a todos por igual, pero suelen beneficiar a quienes más pagan y a los que menos apuros económicos pasan.
La rebaja del IVA solo afectará al 25% de los consumidores. Es decir, a las familias con menos de 10kW de potencia contratada. El resto son en su mayoría empresas sobre las que tiene un efecto neutro y autónomos que son los grandes perjudicados.
Eso sí, lo que además hay que tener en cuenta es que esta bajada de impuestos tiene algo de letra pequeña. No demasiada, pero importante. El ahorro no es para todos los consumidores. No todo el mundo se beneficiará del 5% de descuento en el IVA de la luz. Habrá algunos grupos que se queden fuera. ¿A quién beneficia más? Efectivamente, la medida solo va a afectar a todos aquellos que tengan una potencia contratada inferior a 10kW. Es decir, a la gran mayoría de las familias, salvo que vivan en casas muy grandes o tengan calefacción eléctrica. En estos casos suele ser superior. Sin embargo, a las empresas no y eso que son parte esencial del objetivo de controlar la inflación que luego los consumidores notan y de qué manera en la cesta de la compra. El fin último de todas las medidas que serán puestas próximamente en marcha.
En realidad, a la mayor parte de las empresas ni les afecta ni tampoco les importa. No tienen problema porque luego se lo deducen. Tiene un efecto neutro ya que se trata de un impuesto destinado al consumidor final. Eso sí, no sucede lo mismo con los autónomos. Los grandes perjudicados por la medida especialmente para aquellos que cotizan por módulos. Es decir, los que pagan un IVA fijo dependiendo del volumen de negocio, pero luego no presentan todas las facturas de compra y de venta como las empresas. En ningún caso se podrán beneficiar del descuento. Al igual que el 75% de los consumidores. A unos porque el Impuesto sobre el Valor Añadido les es totalmente indiferente y a otros porque tengan potencias contratadas superiores a los 10kW para el desarrollo de su actividad económica.