Los mercados de futuros lo anticipan y hay razones que lo confirman. La llegada de la primavera, la creciente producción renovable y el descenso del coste del gas son algunas de las razones que invitan al optimismo con el precio de la luz en los próximos meses.
Imposible predecir dónde y cuándo caerá un meteorito y lo mismo sucede con la lluvia. Se puede intuir, calcular e intentar predecir, pero 100% seguro nunca hay nada. Siempre hay un margen para la duda. En caso contrario, todo el mundo lo intentaría para ganar la primitiva, para encontrar los calcetines perdidos de la lavadora en una dimensión paralela o para averiguar más sobre lo que deparará el futuro. Nada de esto se puede saber, como se suele decir, a ciencia cierta. Sin embargo, precisamente ahí, mediante la observación científica siempre se pueden encontrar indicios que ayudan a hacerse una idea y eso es lo que se hace con la electricidad todos los días en los llamados mercados de futuros. Echándoles un vistazo se puede ver cómo los próximos meses habrá un descenso significativo en el precio de la luz. Estas son las razones en las que se basan.
Febrero ha sido el mes con la electricidad más barata de los último 3 años. ¡40 euros/MWh y se espera que en marzo sea todavía un 25% menor! Buenas noticias para los que tengan una tarifa variable que verán reducidos sus recibos
Tendencia a la baja en los mercados de futuros
Por eso, se cree, se prevé y se apuesta a que va a ser así, pero nunca hay un 100% de seguridad. El mercado que permite a las empresas eléctricas comprar a medio y largo plazo también lo considera y esa es una muy buena señal. Para marzo se pudo adquirir a 30 euros/MWh y para abril sube un poco. Prácticamente nada. Por debajo de los 32 euros que es un 25% menos que el precio de febrero. Por cierto, uno de los más bajos que se recuerdan en los últimos años. De récord y esa es la primera razón.
Las compañías de la luz ya están moviendo miles de millones teniendo en cuenta ese coste. Así, aunque los mercados se pueden equivocar, con bastante probabilidad el precio en los próximos meses será ese o incluso inferior. Por supuesto, que puede iniciarse un conflicto que lo vuelva a alterar todo. Esa posibilidad siempre está ahí porque es algo que ya se ha visto antes. Primero en Ucrania y luego en Oriente Próximo. Sin embargo, lo que se puede observar es que la tendencia es a que siga bajando, pero ¿por qué?
Mayor cantidad de energía producida con renovables
Básicamente por dos razones, y la primera tiene que ver con las renovables. La primavera es la época del año en la que más energía producen con mucha diferencia. Efectivamente, tampoco se puede predecir con exactitud cuándo y dónde va a llover en los próximos meses para que los embalses estén en pleno funcionamiento, aunque se diga que en abril aguas mil. En esto todo el mundo puede estar totalmente de acuerdo, como en el hecho de que es casi seguro que haya más sol que en febrero. Días más largo y cielos despejados ayudan y mucho a rebajar el precio de la luz. Además, a esto hay que sumarle que cada vez hay más energía solar. El número de paneles instalados va en aumento y no para de crecer. Por tanto, parece evidente que, al menos en las horas centrales del día, la electricidad será más barata que hoy.
Descenso del precio del gas a niveles precrisis
Y en segundo lugar el precio del gas natural en los mercados internacionales está ya casi en los niveles previos a la crisis energética. Cotiza en estos momentos a 25 euros/MWh cuando hace menos de dos años estaba por encima de los 300. Antes de la invasión de Ucrania apenas llegaba a los 20. Muy, muy cerca de los valores habituales. Importante porque el precio del gas está muy relacionado con el de la luz ya que las centrales que lo utilizan para producir electricidad marcan el precio en las horas críticas. Es decir, en aquellos momentos en los que las renovables no están en funcionamiento y hay mucho consumo. Por ejemplo, a las 8 o las 9 de la noche cuando todo el mundo vuelve a casa y pone a funcionar todos los electrodomésticos. Así, determinan lo que los consumidores pagan en sus recibos.
De esta manera, cuando se dan de forma simultánea estás dos condiciones, menos horas críticas porque hay muchas renovables y menor coste del gas en esos mismos momentos, el resultado final de un precio de la luz mucho más barato.