Rebaja del precio de la luz de 182 euros/MWh a 154. 15% de descuento en las facturas y eso son más de 5.100 millones de euros. Más barata que en Francia, Italia, Alemania… y aún hay quien duda de si la realmente ha funcionado la excepción ibérica.
En este primer aniversario de la Excepción Ibérica, la medida que España y Portugal pudieron articular para poner un límite al precio del gas para producir electricidad, los números hablan por sí solos. Según datos del propio Gobierno, los consumidores se han ahorrado exactamente 5.106 millones de euros. Es decir, un 15% de sus facturas. Importante alivio en una situación de precios de la energía muy complicada. La media ha sido de 154 euros MWh y sin este mecanismo se estima que hubiera alcanzado los 182 euros. Mucho menos que en el resto de Europa porque en Francia ha sido de 227 y en Italia 258. Buenas noticias hasta el 31 de diciembre, aunque desde el pasado mes de febrero no se haya puesto en funcionamiento por la caída de la demanda y la alta producción de las renovables.
Desde hace meses la Excepción Ibérica es tan solo un escudo para protegerse de los precios máximos de la crisis energética que se produjo como consecuencia de la Guerra de Ucrania.
Las cifras no mienten y demuestran que ha funcionado, pero ¿tanto como se esperaba? ¿Se han cumplido todas las expectativas? Sin duda, como ha explicado Jorge Morales de Labra en En jake de EiTB. Sobre todo, ha cumplido con creces con la función para la que fue diseñado cuando el precio del gas estaba completamente desmadrado. Justo cuando se puso en funcionamiento. Luego, cuando a partir del mes de febrero volvió a niveles más próximos a los habituales ha dejado de notarse en los recibos. Aunque todavía no se han recuperado del todo, nada tienen ya que ver con los del año pasado. Así, siempre conviene recordar que el gas en los últimos 20 años ha estado cotizando entre 15 y 20 euros por MWh. En dos décadas solo durante el 2022 se descontroló llegando a los 300 en agosto.
Estratosféricos. ¡20 veces superiores a lo que se considera normal! Por eso, se creó la Excepción Ibérica, para tratar de evitar que se trasladarán al recibo de la luz. Es decir, que solo las centrales que utilizan gas para producir electricidad, que realmente son muy pocas, cobren esa desorbitada cantidad. En realidad, la que les corresponde… Menos del 20% del total, pero el resto ya no. Antes de su puesta en funcionamiento todas cobraban lo mismo. Exactamente igual. Fuera cual fuera la tecnología de generación y con independencia de los costes reales. Cosas del sistema marginalista de fijación de precios.
El resultado ha sido muy bueno mientras ha estado en funcionamiento. Aunque sigue vigente, dejó de aplicarse, precisamente, en febrero. Exactamente cuando el precio internacional del gas bajó de los 50 euros/MWh. Mucho más bajo que antes, pero todavía por encima de la media histórica. En estos momentos se sigue en esos mismos niveles o incluso menos. Sin ir más lejos, la semana pasa se acercó de nuevo a los 20 euros por MWh y ha vuelto a subir un poco. Tampoco demasiado… Ahora mismo se ha situado en 30. Más de lo habitual, pero ya no tiene nada que ver con los 300 del último verano. Por tanto, ya no se aplica y no se espera que se vuelva a hacer de aquí a fin de año cuando finaliza su vigencia. Tampoco quiere decir que ya no sirva para nada.
En realidad, es como un seguro. Así, si el gas se vuelve a descontrolar no se volverá a contagiar a la electricidad. Garantía en las facturas de la luz hasta el 31 de diciembre de este año.