“Los ciudadanos también pueden reducir el consumo de energía que hacen y que no siempre es necesaria porque siempre se pueden buscar alternativas…” ajustando los termostatos o viajando a 100km/h. Teresa Ribera.
No es ningún secreto: la energía más barata es siempre la que no se llega a utilizar. También la que no se despilfarra. Algo que, evidentemente, tiene mucho que ver con la eficiencia. Por eso, muchos son los consejos, que han llegado desde las instituciones para reducir el consumo y, por tanto, las facturas. Eso, además de, para reducir la dependencia del gas de Rusia. La mayoría son obviedades que al final se suelen acabar olvidando o que tal vez todo el mundo no conozca. Tan solo son recomendaciones y consejos. No obligaciones o que, al menos, no deben ser entendidas así. Sencillas y efectivas: usar el transporte público, compartir vehículo, utilizar los termostatos de forma conveniente, racionalizar el horario de las oficinas, fomentar el teletrabajo, … y la que más ha llamado la atención es la de reducir la velocidad a los 100 km/h en las principales vías.
Antes de la invasión de Ucrania la Unión Europea compraba a Rusia el 40% del gas, el 27% del petróleo y casi la mitad del carbón… Eso sí, desde entonces las cifras han ido disminuyendo, deben seguir haciéndolo y los ciudadanos tienen mucho que decir con sus acciones.
Tampoco es que sea novedad. Ya se hizo antes y la medida no estuvo exenta de polémica. Aun así, para Jorge Morales de Labra en Cuatro al Día de Cuatro TV, todas las medidas son más que adecuadas. No son ninguna tontería incluso la reducción de la velocidad de 120 a 100 km/h en autovías. Los que ya tienen coche eléctrico lo saben bien… Cada vez que se ponen al volante de sus vehículos lo notan y de qué manera. El consumo literalmente se dispara a medida que va aumentando la velocidad. Al sobrepasar esa barrera el gasto energético se puede incrementar hasta en un 60% más. Demasiada diferencia como para dejarla esperar.
El impacto de todas estas recomendaciones es alto y el cálculo ya se hizo en Bruselas. Por, ejemplo, con solo bajar un grado la calefacción ya no solo en España sino en todo el continente se podrán ahorrar hasta 10 bcm al año lo que es una cantidad enorme …
Eso sí, en los coches de combustión se nota mucho menos, pero en los eléctricos es un elemento fundamental. Dicho de otra manera, la autonomía se desploma cuando se sube de 100 km/h. Por tanto, la recomendación no es ninguna barbaridad y menos en un contexto de crisis energética en la que el precio del barril de petróleo está muy cerca de máximos históricos. También en un momento de alta inflación debida fundamentalmente al alto precio de la energía. Buena iniciativa, porque antes de que lleguen las restricciones por parte de los gobiernos es más acertado recomendar a la población que haga un uso más responsable de los recursos.