Está claro, plásticos y envases al contenedor amarillo, papel y cartón al azul, y verde es el color del vidrio, pero ¿cómo se recicla un panel solar o un aerogenerador? Solo si tras su desmantelamiento se pueden reciclar serán 100% sostenibles.

Cada vez se ven más se vaya donde se vaya. Los hay ya por todos lados. Desde hace tiempo forman parte del paisaje en muchas zonas de España y todo el mundo supone que siempre estarán ahí, pero no es del todo cierto. A partir de los 25 años de antigüedad hay que empezar a pensar cómo se desmantelan los aerogeneradores. Con el paso de los años van perdiendo eficiencia y, sobre todo, la tecnología va avanzando tanto que los hace menos rentables y eficientes que los de nueva generación. Pasa un poco como con los ordenadores. Cada vez son más potentes y pueden producir una mayor cantidad de energía y ha llegado el momento de cambiarlos. En realidad, no son tan viejos como los del Quijote, pero hay más de 8.700 que tienen más de 20 años. Por eso, todo el mundo los recuerda de sus viajes por carretera.

La buena noticia es que prácticamente todos los componentes de un aerogenerador se pueden reciclar. En su mayor parte están fabricados de metal, aluminio y cobre, pero hay uno que es un poco más complicado de tratar y supone el 15% del total: las palas. Sin duda, el elemento más reconocible y visual que está hecho de materiales compuestos como fibra de vidrio o de carbono. Exactamente igual que los aviones, pero incluso esos componentes tienen su utilidad. Las viejas aspas de los molinos pueden tener distintos usos como, por ejemplo, construir carreteras. Sí, como suena y esa es la idea que España quiere exportar e industrializar. La idea es sencilla. De lo que se trata es de incorporar sobre el propio asfalto las fibras obtenidas del triturado de los materiales. No da para mucho, pero algo es algo.
La vida útil de un aerogenerador ronda los 25 años, por lo que para 2030 España tendrá que desmontar más de la mitad de sus parques eólicos. Para reciclarlos EEUU está optando por enterrar sus componentes, pero España tiene otras alternativas.
Para apenas dos kilómetros se necesitan 12 completas y eso son 4 molinos. De esta forma no solo se consigue dar salida a un residuo complicado, sino que también aporta grandes beneficios a las carreteras. Mayor durabilidad, más flexibilidad en el pavimento y además que sean algo menos ruidosos. España ya necesita reciclar más de 43 mil toneladas de residuos de aspas eólicas y la cifra irá en aumento. Para 2030 se prevé alcance las 190 mil. Es decir, supondría un poco más de la mitad del parque eólico actual.

La tecnología para hacerlo posible existe, pero debería tener una mayor dimensión. Sobre todo, para ser capaz de absorber toda la demanda que hay en la actualidad y, especialmente, la que se espera que haya en un futuro no muy lejano. Por este motivo, se ha puesto en marcha un programa con más de 200 millones de euros de presupuesto para la repotenciación eólica. Así, con estas ayudas, se gestionarán y tratarán más de 10 mil toneladas al año. Además, hay otra alternativa. También se pueden subastar reacondicionados de segunda mano. Ya hay empresas que venden esas máquinas y se llevan directamente a otros países de Europa porque solo así, ya sea para reventa, asfalto, cemento o, incluso, por qué no, mobiliario… todos estos molinos… son y serán renovables en todos los sentidos al menos en España.