Excepción ibérica, limitación de la TUR, transporte público, bono social, … en muchos aspectos se progresa adecuadamente. Sin embargo, en otros, como la subvención a los combustibles se necesita mejorar. Calificación de los deberes en materia energética.
Ya no debe coger a nadie por sorpresa. Que este invierno va a ser duro es algo que se sabe desde hace tiempo. Eso sí, aún no se sabe en qué medida. Difícil de cuantificar. Por eso, España al igual que el resto de los países de Europa están preparando planes y propuestas de ahorro energético. No queda más remedio porque la situación es complicada. La incertidumbre sigue creciendo y más después de que Putin haya escalado el conflicto anunciando la movilización de reservistas. Tal fue el impacto de sus declaraciones que todavía no había terminado el discurso y el precio del gas ya estaba subiendo un 7%. También hay que tener en cuenta que al final bajó porque las decisiones de Rusia en el conflicto de Ucrania cada vez tienen menos repercusión en el mercado. Sencillo, el temor ya no es la falta de suministro sino la amenaza nuclear.
Duchas frías, de menos de 5 minutos o en pareja; posibilidad de cortar los calentadores de agua durante un par de horas, limitar las horas de calefacción por áreas geográficas… son algunas de las propuestas europeas para ahorrar energía.
Ya ha cortado a Europa casi todo el gas que podía enviar y ahí poco le queda por hacer. Tan solo se recibe en estos momentos una pequeña parte hacia Hungría. Tiene acuerdos especiales con este país. Por eso, ya no afecta a los mercados. Cuentan con que el conflicto va a ser largo y que se van a tener precios muy altos. No solo durante el próximo invierno. También durante dos o tres años más. Por tanto, como ha explicado Jorge Morales de Labra en La hora de La1, se trata de una situación sistémica y se da por descontado. El gas natural hoy cotiza a 189 euros/MWh cuando el valor normal es de 20. Es decir, se ha multiplicado por 9 el precio habitual y se va a notar en la calefacción. Así, si el recibo era de 500 euros ahora podría llegar a superar los 4.500.
Por eso, la limitación de precio de la TUR es una de las cosas que se han hecho bien para atenuar el efecto de la crisis energética en los consumidores. También lo es la excepción ibérica, y la mejor demostración es que la están copiando en toda la Unión Europea. Sin embargo, hay otros aspectos que se han hecho mal, o más bien, que se podrían haber hecho mejor. Por ejemplo, la rebaja del IVA del gas y el descuento de los 20 céntimos a los combustibles. Algo que confirmaba la OCDE que pedía su supresión y apostaba por otras medidas más progresivas. Esa es la razón. El beneficio es mayor para quienes más tienen. Meses después de su implantación hay datos que lo confirman. Todos los estudios realizados aseguran que ha aumento el consumo de las personas con más recursos y reducido el de los que menos.