plan de ahorro energético

Salir de la zona de confort es complicado. Los cambios asustan y subir la temperatura también. Fácil resistirse y más difícil adaptarse. Por eso, aunque sea importante ya hay muchas objeciones al plan de ahorro energético.
No es nuevo, aunque la polémica esté servida. Desde el año 1997 hay normativas que regulan las temperaturas en edificios y lugares públicos. Ahora lo que se pide es extremarlas, pero solo un poco.
¿Subir la temperatura? Si la crisis energética está en el gas ¿por qué hay que reducir el consumo eléctrico? La razón por la que es necesario un plan de ahorro energético está en la forma en la que se produce.