Tras varios años en los que el precio de la luz ha estado muy por encima de sus valores habituales vuelve a la normalidad y se sitúa por debajo de los 40 euros por MWh. Cifra inferior a los 49,4 euros que se pagaron de media entre 2015 y 2019.
Mientras el precio de la mayoría de los bienes básicos se mantiene al alza, lo que está en caída libre es el precio de la luz. Sobre todo, respecto a los máximos que llegó a tocar con el inicio de la guerra en Ucrania. En ese momento, se dejó sentir, y de qué manera en las facturas porque llegó a superar los 300 euros MWh. Mañana será de 3,66 y eso son casi 90 veces menos. Caída muy acusada y alivio para los consumidores que tengan una tarifa variable. Sin embargo, viene con sorpresa y no precisamente de las buenas.
Sorpresa, porque baja el precio de la luz, pero sube el IVA. Con los precios extremadamente bajos de los últimos y, aunque aún quedan unos días para finalizar el mes, la media de febrero quedará en 40 euros/MWh. La explicación se encuentra en la extraordinaria aportación de renovables. Especialmente del viento que han traído las últimas borrascas. La parte negativa es que ese abaratamiento se convierte en una noticia regular. El IVA solo se mantendría al 10% si el precio estaba por encima de los 45 euros por MWh, pero si bajaba de esa cifra… Justo lo que ha pasado ahora… pasaría directamente al 21%. Así que, a partir de este viernes 1 de marzo, con el cambio de mes, subirá a su valor habitual. Además, afectará a la mayoría de los consumidores.
Más allá de marzo, lo que anticipa el mercado de futuros es que continúen los precios por debajo de los 45 euros/MWh durante algunos meses más. Entre los motivos para que se mantenga la situación están el descenso del precio del gas, que ha pasado de las tres cifras a rondar los 25 euros; también de los derechos de emisión de CO2, que han descendido desde los 100 euros de hace un año a 50 euros por MWh; así como por la mayor aportación de renovables al mix eléctrico. Por lo que, como ha explicado Jorge Morales de Labra, previsiblemente el IVA será del 21% durante al menos 4 meses para luego volver al 10% los 6 restantes hasta fin de año.
¿Quiénes notarán más el cambio del IVA en las facturas?
El cambio en las facturas afectará a la mayoría de los 28 millones de pequeños consumidores que hay en España. Tanto a aquellos que tengan una tarifa variable como el PVPC o la Cristalina de Próxima Energía, como al 60% restante que la tienen a precio fijo, pero no a los beneficiarios del bono social. Estos últimos mantendrán un IVA del 10% durante todo el año, sea cual sea el precio de la electricidad durante el periodo.
Fundamentalmente este cambio lo notarán aquellos que estén pagando un precio de la luz que no baje con el mercado. Es decir, los que lo tengan fijo notarán de forma muy clara la subida de 11 puntos porcentuales en el recibo eléctrico.
Así, según los primeros cálculos un hogar con un consumo mensual de 190 kWh (2.300 kWh al año) que estuviera pagando unos 45 euros de media en las facturas de lo que, con el IVA al 10% y el Impuesto Especial al 2,5%, le subirá el importe final de la factura 4,56 euros, cuando el IVA aumente hasta el 21%. Más de 50 euros al año que equivale a una factura más. Si la comparación se hace respecto a 2023, cuando el IVA era del 5% y el Impuesto Especial del 0,5%, la diferencia será de 7,48 euros.