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Sistema marginalista, alto precio de la luz y pobreza energética

Altos precios de la luz y sistemas marginalistas son muy mala combinación, sobre todo, para las familias. A la vez que multiplica los beneficios de las eléctricas agrava la pobreza energética.

La cosa empieza a estar calentita y no solo por las altas temperaturas. El enfado y la indignación por el alto precio de la luz empieza a ser generalizado y no es para menos. No, no hay quien lo entienda. Tanto está subiendo que ya hay hasta manifestaciones y concentraciones. En Madrid, Bilbao, … y otras muchas ciudades españolas porque parece que va para largo. En realidad, no son tan habituales las protestas por este motivo, pero alguna ha habido antes. No demasiadas y, además, siempre en momentos puntuales. Eso sí, coincidiendo con momentos de máximos históricos y el de ahora es de récord. Subía y luego bajaba. Ahora no y se espera que no lo haga al menos hasta febrero. De futuro y también de pasado. Y es que ya van tres meses seguidos en los que la mitad del IPC se lo lleva la factura eléctrica.

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Sistema marginalista, alto precio de la luz y pobreza energética – El programa del verano de Telecinco (16 de julio de 2021).

Trimestre al completo y eso es demasiado. Al final la gente no va a poder pagar el recibo. Algo que ya está pasando. Cada vez hay más estudios que señalan el número creciente de familias que pasan verdaderos apuros para llegar a fin de mes. Pero la luz sigue a lo suyo, subiendo sin parar. Todo, mientras el 20% de la población no solo tiene problemas para llenar la cesta de la compra sino también para pagar los suministros básicos. Pues, como ha contado Jorge Morales de Labra en El programa del verano de Telecinco, todo en un momento complicado. De recuperación económica y en el que ya existía un problema de pobreza energética previo que podría agravarse aún más. Por eso, no hay quien lo entienda y más si el 80% de la electricidad proviene de fuentes limpias y también baratas. Siempre hay que buscar las causas.

Ya van tres meses consecutivos en los que más de la mitad del incremento del IPC, el precio de la cesta de la compra, se debe exclusivamente a la factura de la luz. Todo un trimestre.

Con el petróleo más de lo mismo. Está también disparado y no hay más que ir a la gasolinera a comprobarlo. Por encima de los 70 dólares el barril. De hecho, no estaba tan caro desde 2014. Poco queda ya de los precios de la pandemia en los que llenar el depósito salía baratísimo. Con el gas natural sucede exactamente igual. También en máximos, aunque aún apenas se note. Lo normal es utilizarlo en invierno con la calefacción y para eso no falta tanto. Menos de 4 meses. Es decir, todas las materias primas energéticas están por las nubes. Eso es cierto, pero también es verdad que en España hay una importante producción hidroeléctrica. Sin duda, la forma más económica de generar electricidad por debajo de los 20 euros/MWh cuando el precio está en el mercado por encima de 90. Pues, con 5 veces menos ya ganan dinero.

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Sistema marginalista, alto precio de la luz y pobreza energética – El programa del verano de Telecinco (16 de julio de 2021).

Luego están nucleares, renovables, … La solar, sin ir más lejos, a 25 euros el MWh ya es rentable, la eólica con 45 y nucleares en torno a 50 euros. Ya por último vienen las que generan CO2. Esas a las que les afecta el alto precio del gas y de los derechos de emisión. Ambos altos y al alza. Así de difícil está la cosa y más que la complica el mercado con el sistema marginalista. Ya se sabe… el que hace que al final todas las centrales cobren el mismo precio independientemente de los costes de producción. Siempre el máximo. Poco importa la cantidad de energía que se genere con cada tecnología. El precio seguirá siendo el mismo. El que marca el gas. Sí, la última central que entra para satisfacer la demanda es la que establece la remuneración de todas las demás.

sistema marginalista
Sistema marginalista, alto precio de la luz y pobreza energética – El programa del verano de Telecinco (16 de julio de 2021).

Eso es lo que está pasando… En lo que va del mes de julio solo el 26% de la electricidad se ha generado con gas. La hidroeléctrica ha supuesto el 11% y el casi 70% restante por renovables y nucleares. Con un agravante porque algunos días ha sido aún peor incluso en fin de semana. El día en el que más baja la demanda hubo muchas renovables. A tope como las nucleares que nunca paran. Por supuesto, también hubo hidroeléctrica y lo más curioso de todo es que esta tecnología ha sido la que ha marcado los 90 euros/MWh. Venden agua a precio de champán y además la pueden almacenar para utilizarla cuando más le interesen. Es el coste de oportunidad y cobran la electricidad al precio de la fuente de energía que les sustituiría si ellas no produjesen.

Si las centrales eólicas y solares suelen entrar en la subasta a 25 euros por MWh, con el llamado coste de oportunidad, las hidroeléctricas lo hacen al máximo. A los 90 euros del gas.

Y, claro, es el gas y ahí van sus 90 euros de retribución, aunque este combustible ni haya entrado en el sistema. De ahí que el problema del mercado sea estructural. La ley lo posibilita. Permite que algunas compañías obtengan beneficios milmillonarios mientras las familias no pueden ni pagar los recibos. Solo hay que ver sus cuentas de resultados para comprobarlo. Absolutamente extraordinarios porque con la cuarta parte de los ingresos ya les iba muy bien. Sí, incluso cuando no hay gas maximizan sus beneficios. La clave esta en la falta de competencia y está claro como el agua que la hidroeléctrica no la tiene. En Noruega hay más de 500 pequeños productores de esta tecnología y a nadie se le ocurriría ofertar al precio máximo. Quedarían fuera de la subasta. Pues aquí justo lo contrario. Siempre al más caro posible sin importar las consecuencias.

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