No hace falta ir a corriendo a las estaciones de servicio para llenar los depósitos y aprovechar así la bajada de precio de los combustibles. En principio, la tendencia es a que se mantengan, pero hay otro factor que lo determinará en el corto plazo.
Bajan los precios de los combustibles y no parece que la tendencia vaya a variar mucho en las próximas semanas. Ya sin el famoso descuento de los 20 céntimos no se prevé que vuelva a haber grandes cambios a pesar de todas las tensiones del mercado. Justo al contrario de lo que se espera que suceda con el resto de las fuentes de energía como el gas y, especialmente, con la electricidad. Están previstos algunos cambios importantes para estos suministros básicos. Fin a la rebaja de impuestos, a la excepción ibérica y algunos más… Modificaciones que pueden afectar a su consumo a principio de año, pero no al de la gasolina. Si en los últimos días de 2022 se pudieron ver grandes colas en las gasolineras para llenar hasta arriba los depósitos y aprovechar la bonificación a los combustibles hasta el último minuto… Este año no hace falta porque la tendencia es clara.
80 dólares por barril, las pretensiones económicas de China, los repartos de las cuotas de producción, el conflicto en Oriente Próximo, la demanda China… Todos estos factores y algunos más hacen aumentar las tensiones de la OPEP.
¿Por qué el diésel no ha bajado tanto como la gasolina?
Esos sí, lo que si se han visto en el mercado son otro tipo de tensiones. Cualquier persona que conduzca un coche diésel lo ha podido comprobar al pasar por caja. Habrán notado que, aunque este tipo de combustible también ha bajado, el descenso ha sido bastante menor que el de la gasolina, desde que ambos marcaran su máximo del año el pasado septiembre. Tampoco ha sido proporcional al descenso del barril de brent porque básicamente lo que se echa a los depósitos no es petróleo crudo. Evidentemente se trata de un producto que ya ha sido transformado en una refinería para dar lugar al tipo de carburante adecuado. No es lo mismo uno que otro. Por este motivo, a la hora de encontrar el punto de equilibrio en el precio influye otro factor. No solo está en el coste de la materia prima sino también en los refinados.
Tensiones en el mercado del diésel en España y en Europa
Así, lo que ha ocurrido es que como consecuencia de la guerra de Ucrania se ha producido un desequilibrio mayor en el diésel que en la gasolina. La razón es sencilla. Rusia es uno de los mayores exportadores de este tipo de combustible de todo el mundo. Tiene una gran influencia en los mercados que todavía se nota más desde que el pasado mes de octubre se vetaran todas sus exportaciones de derivados del petróleo. Es algo que se nota en los mercados y todavía más en las gasolineras. Provocó un nuevo desajuste en un segmento concreto del mercado que ya había sufrido mucho tras la invasión de 2021. Algo que, de algún modo, ya se había conseguido reequilibrar. Es decir, la posición de Rusia todavía es muy relevante cuando se habla de diésel y al reducir las exportaciones hace aumentar el precio por encima de los productos refinados.