No tender sobre el radiador ni dejar siempre encendida la calefacción, lámparas LED, regletas con interruptor, bajar la potencia, vigilar la temperatura… ¿Funcionan todos estos trucos para ahorrar en el recibo de la luz?
Cambiar las bombillas incandescentes por lámparas LED o apagar la calefacción siempre que se sale de casa. También tender en el radiador. Nunca. Más que simples trucos de magia. Mucho más. Sin varitas que cambian de color, pañuelos que salen de su interior, ni naipes que aparecen por todas partes. Tampoco es el momento de que salga el conejo de la chistera, aunque hay que reconocer que lo de la electricidad tiene mucho de eso. Por mucho que se intente nunca se verá a uno asomar las orejas por el enchufe. No hay palabras mágicas que valgan para eso, pero si algunos detalles que marcan la diferencia. En realidad, está más relacionado con la ciencia y la tecnología que con las más sencillas ilusiones ópticas. Sin trampa ni cartón. Por cierto, las LED para dar la misma luz consumen hasta 7 veces menos energía. Ahí está la clave.
Tan solo se trata de sacarle la máxima rentabilidad y eficiencia a la energía que se necesita para que el único truco no sea ver como crece el recibo de la luz sin saber cómo. Pues para evitarlo, como ha contado Jorge Morales de Labra en Tarde o Temprano de Canarias Radio, hay muchos consejos más. De hecho, se podría ahorrar hasta el 27% del total de la factura sin hacer (casi) nada. No es una exageración. Sí, la cuarta parte del importe de la factura literalmente se esfuma en el aire todos los meses sin que nadie se dé cuenta. Peor aún, y sin que se utilice para nada de nada. Como por arte de magia. Lo más simple es lo de la regleta. Siempre con interruptor. Luego ya viene todo lo de los enchufes inteligentes y los termostatos digitales. Hay tantos trucos casi como electrodomésticos: frigorífico, lavavajillas, …
Ahorro para los hogares y también buenas noticias para el medioambiente. Algunos pequeños trucos evitarían la emisión a la atmósfera de más de 15 millones de toneladas de CO2.
Y es que aún hay quien le da vueltas a eso de si poner la lavadora por la noche y los festivos es más barato que durante el día y los laborables. Lo es y con el tiempo lo será aún más. Cada vez hay más renovables en el sistema y eso solo significa una cosa. Electricidad más barata cuando haya sol y sople el viento. Cuanto más mejor. Mayor ahorro, por tanto, en esos momentos. Lo del agua de la lluvia funciona un poco diferente. Así que, importante la meteorología y también el calendario. Sí, por si todo esto fuera poco, para el 1 de junio además hay previsto un cambio tarifario que incluirá obligatoriamente la modalidad de discriminación horaria para todos entre otras novedades. Precios diferentes dependiendo del día y la hora. Buenas noticias. Auténtico juego de manos para conseguir ahorrar más en el recibo de la luz.
Pues, precisamente, en las manos de cada usuario y en sus hábitos de consumo queda ahora gran parte de la capacidad de ahorro. Todo con algunos sencillos trucos y el de las horas y los días tan solo es el primero. Aunque trate sobre electricidad el blog Próxima Energía, no da calambre. Más bien lo contrario. Aquí los tenemos todos. Ya se sabe… Si no saltan los plomos al menos dos veces al año es que se tiene más potencia contratada de la que se necesita. El frigorífico es el electrodoméstico que más gasta, pero la climatización tampoco se queda atrás: calefacción y aire acondicionado. Por cierto, la temperatura confort en verano es de 25º y en invierno de 21º. Ni más ni menos. Luego ya se sabe que cada grado de más… Ahí, están los trucos. Solo hay que empezar a practicarlos porque funcionan.