Declaraciones de emergencia climática, protocolos anticontaminación, aviones e impuestos al CO2, ¿pagan todos los medios de transporte igual por lo que contaminan?
Las medidas no llegarán por aire. Al menos a Barcelona, pero sí que lo harán a toda velocidad. Los más de 300 km/h del AVE que la une con Madrid. Sí, la capital catalana ha declarado el estado de emergencia climática y entre las medidas propuestas por su alcaldesa está la de limitar el tráfico aéreo. En favor del tren, mucho menos contaminante. No hace falta ni mencionarlo, ¿verdad? Como la decisión no corresponde, en realidad, al Ayuntamiento sino al consejo de administración del aeropuerto, mientras predican con el ejemplo. Su personal ha sustituido todos los vuelos nacionales de corta distancia por el tren. Siempre que sea posible, eso sí.
La declaración de emergencia climática en Barcelona tiene como objetivo reducir las emisiones de CO2 en 2 millones de toneladas para el año 2030
Seguro que el medioambiente lo agradece y el ambiente que se respira en la ciudad también. No es ninguna novedad. De hecho, es algo que hace tiempo ya se pone en práctica en muchas empresas como Próxima Energía. Como tampoco se trata de prohibir los vuelos nacionales ni el puente aéreo, Jorge Morales de Labra ha estado en el programa Más vale Tarde de La Sexta para hacer su propuesta. Seguro que sorprende a más de uno. Pues tiene que ver, precisamente, con las emisiones de CO2 que han llevado a hacer la declaración. También con los impuestos que pagan los diferentes medios de transporte por eso mismo, contaminar.
Cuando se viaja a Barcelona en AVE, al comprar el billete básicamente se pagan dos impuestos además del IVA. El impuesto general de electricidad y otro por las emisiones de C02 que se paga directamente a través de la luz. Al realizar ese mismo trayecto en coche no hay impuesto al C02. Sin embargo, cada vez que se pare a repostar se pagará el impuesto de hidrocarburos. Muy importante. Hasta ahí todo bien. Que cada uno pague por lo que contamina, que asuman su responsabilidad con el medioambiente, ¿no? La parte más sorprendente de todo esto si que va a llegar volando. Los aviones no pagan ninguno de estos dos impuestos.
Las emisiones de CO2 derivadas de las actividades del Aeropuerto de El Prat en la actualidad son de 7,6 millones de toneladas
El medio de transporte con mayor huella de carbono está exento del pago tanto del impuesto al CO2 como del de hidrocarburos. El queroseno que los impulsa no paga, como si no contaminase… Esto tampoco es nuevo. Lleva siendo así desde 1940 y a pesar de las revisiones de la legislación se ha mantenido durante ya casi un siglo. 100 años de subvención a la aviación comercial. Y no es justo ni para el resto de medios de transporte ni para el medioambiente. La solución, por tanto, pasa por incorporar ambos impuestos a todos los billetes aéreos. Sí, a todos. Así, y solo así, los usuarios podrán comparar los diferentes medios de transporte para desplazarse en igualdad de condiciones. La elección final ya será cosa de cada uno.