Las tres T de la climatización. Tecnología, Tarifa y Temperatura son las claves para sacarle el máximo partido al aire acondicionado, ventiladores y pingüinos y no llevarse sorpresas en la factura.
La cosa está que arde. Noches tropicales y días a más de 40 grados, pero como para no pensarse dos veces poner el aire acondicionado con la factura de la luz que espera. De récord, pero si se pone el ventilador también se sufre. No genera frío. Tan solo remueve el ya de por sí cálido aire. No hay que dejarse engañar y eso es lo que hace al hacer girar las aspas con la sensación térmica. Seguro que algo más se puede hacer para no pasar sofocos. Eso sí, es el sistema de climatización más barato. Mucho más que cualquier otra tecnología. Su consumo de energía es prácticamente despreciable. Menos de 10 céntimos por estar en funcionamiento las 24 horas del día durante un mes completo. Casi indetectable. Lo del aire acondicionado es mucho más relevante. Gasta 50 veces más y eso pasa factura en el recibo.
El periodo llano es el que va de 8 a 10 de la mañana, de 2 a 6 de la tarde y de 10 a 12 de la noche de lunes a viernes y se puede convertir en el auténtico comodín de la nueva tarifa de la luz.
Lo mismo que igual número de ventiladores conectados simultáneamente. Por eso, para contar cómo sacarle el máximo partido y minimizar su consumo ha estado Jorge Morales de Labra en Fin de semana COPE. Pues lo primero que hay que saber es que no cuesta lo mismo encenderlo a todas las horas. Depende de la tarifa que se tenga y ahí está el primer problema. Más del 60% de las familias la tienen a precio fijo y poco pueden hacer. Pagan la luz y el aire acondicionado siempre al precio más caro. Tampoco pueden aprovecharse de las diferencias de precio entre horas. Eso es algo que está reservado a los que la tengan variable como la PVPC o la Cristalina de Próxima Energía. Tienen sus ventajas. Desde el 1 de junio, mejor precio final en las horas valle. También en las intermedias que, además, coinciden con las de más calor.
No es solo cosa de ventiladores o aires acondicionados. También vale para todas las tecnologías incluso para soluciones intermedias como los pingüinos. Los que tienen un tubo por detrás. Ni solo remover el aire ni tampoco enfriar interior a costa de calentar el de fuera. Además, sin costosas obras. Reúnen en un mismo equipo todo lo necesario para una buena climatización, pero tienen un problema. No son tan eficientes. Al estar juntas las dos unidades es normal que el flujo de aire frío y del caliente se mezclen y pierdan eficacia. Más energía para enfriar lo mismo y así es difícil que salgan las cuentas. Aún así, son interesantes en determinadas circunstancias. Eso sí, siempre que no se confundan con los climatizadores evaporativos que funcionan con el mismo principio que los botijos o por lo que se riegan las terrazas. Eso es otra historia.
Climatización eficiente y energía que no se consume. El mejor momento para abrir la ventana en verano es cuando la temperatura exterior sea inferior a la interior.
Todo esto está muy bien. Sin embargo, lo más importante para sacarle el máximo partido al aire acondicionado es siempre la temperatura de confort. Muy conflictiva, por cierto. Casi imposible llegar a un acuerdo sobre cuál es la más adecuada. Pues, para determinarla, desde hace tiempo se hacen multitud de estudios y todos parecen coincidir en el resultado. A 25ºC es en la que un menor número de personas está incómoda o insatisfecha. Así, por ejemplo, es como se establece en edificios públicos, medios de transporte o, incluso centros comerciales. La temperatura ideal si el termostato funciona correctamente y siempre que se vaya vestido de forma adecuada. Más que suficiente. Ni con jersey ni con bañador. No hace falta ni más ni menos y además incluye mucho en el recibo. Cada grado de menos supone un 7% extra en la factura.