Ese día será, por tanto, en diciembre de 2020, cuando la ciudad de Glasgow se convierta en la sede de la Cumbre del Clima COP26. Mientras esta semana en Nueva York los líderes mundiales tratan de buscar soluciones en la Cumbre del Clima de la ONU.
Hacer las cosas a la alemana siempre ha sido sinónimo de hacerlas bien y a tiempo, pero de una forma muy metódica y disciplinada, algo que en el país del vuelva usted mañana y de la improvisación nunca se ha logrado entender del todo. Pues bien, ahora en Alemania le han añadido creatividad a la receta y es que cuando hablan de energía o medioambiente hay que reconocer que nos llevan un mundo de distancia y no solo los 2.322 kilómetros que separan Madrid y Berlín por la ruta más corta de Google Maps.
En estas anda medio mundo, en el otro extremo del planeta, debatiendo, precisamente, sobre energía y cambio climático. Todo para ver es posible frenarlo y que la especie humana pueda seguir viviendo en La Tierra al menos otros 200.000 años que son los que tienen los restos de Homo Sapiens más antiguos. No es una cuestión económica, lo que está en juego es supervivencia ¡Comienza la cuenta atrás!
15 meses quedan para conseguir actualizar el Acuerdo de París a la emergencia climática: hasta diciembre de 2020. Hay que empezar a ponerse las pilas y parece que los únicos que han hecho los deberes antes de la Cumbre de la ONU que se celebra esta semana en Nueva York han sido los alemanes que han llegado con propuestas claras y, sobre todo, creativas. Pero antes de empezar a estudiar medidas, lo importante siempre es primero analizar las causas, saber cómo se contamina.
Coincidiendo con la Cumbre del Clima jóvenes de más de 160 países se han movilizado para exigir medidas concretas contra el cambio climático inspirados Greta Thunberg
Aunque el CO2 ya no es extraño para casi nadie aún hay muchas dudas sobre la forma en que se origina. De una manera muy rápida, y sin entrar en muchos detalles. En España las ¾ partes de los gases de efecto invernadero provienen directamente de la energía. De la producción de la electricidad que se necesita a diario y de los medios de transporte para desplazarse. Algo que a todos nos toca a no ser que se tengan paneles en casa. Y es un buen sitio para empezar.
Lo que probablemente mucha gente no sepa es que lo siguiente más contaminante en lo que se refiere a emisiones que afecten al calentamiento global no son las industrias químicas ni los vertederos sino la, ¡agricultura y la ganadería! Sorprendente, pero cierto. Solo para hacerse una idea, la fermentación entérica del ganado produjo solo en España 17 millones de toneladas de CO2 equivalentes. Una auténtica barbaridad. Así que hay que vigilar lo que se come.
Angela Merkel ha anunciado en la Cumbre del Clima de la ONU un ambicioso plan contra el cambio climático que prevé movilizar 40.000 millones de euros hasta 2023
Solo así uno se pude dar cuenta que a lo mejor no se estaban tomando las medidas adecuadas. El impuesto al CO2, tal y como lo conocemos aplicado a solo a las grandes industrias ya no es suficiente. Aquí es, precisamente donde viene la innovación y la creatividad alemana que ha llevado a la Cumbre del Clima de la ONU en Nueva York. Impuesto al CO2 sí, pero para todos por igual. Así, a partir del año que viene las gasolineras alemanas cobrarán un impuesto especial. Al final, siempre pagan el pato los mismos, pero el gobierno de Angela Merkel ha pensado en todo.
Quieren que este nuevo impuesto sea neutro fiscalmente. Para garantizarlo habrá medidas compensatorias: trenes más baratos, incentivos al coche eléctrico, subvenciones a renovables y ayudas para la instalación de sistemas de calefacción más eficientes, por ejemplo. Y a los que no tengan más remedio que coger el coche, además, se les hará una devolución después de impuesto si lo pueden justificar. Sencillo y muy efectivo porque de lo que se trata es de generar un cambio de mentalidad que a España tampoco ha llegado.
Por algún sitio hay que empezar y, a lo mejor, hacerlo a la alemana, metódica y disciplinadamente no es un mal principio ya que si se mira bien el 76% de las emisiones de gases de efecto invernadero ya están controladas. Las compañías eléctricas tienen un progresivo calendario de descarbonización en las que cada vez más las renovables tendrán un mayor peso en el sector. Quedas 15 meses, pero aún da tiempo a salvar el planeta.
