Todo lo que hay que saber sobre la mejor tarifa de gas para favorecer el ahorro en calefacción durante este invierno y útiles consejos para aumentar su eficiencia y rendimiento.
Y por fin… llegó el frío y el momento de encender la calefacción. Bajan las temperaturas casi al mismo ritmo que se ha ido incrementando el precio de la luz y la preocupación por el recibo es algo que siempre está ahí. Normal. Y más si se tiene en cuenta que el problema del incremento de la electricidad ha sido, precisamente, por el gas: la pescadilla que se muerde la cola. La materia prima más extendida para calentar los hogares en invierno ha visto multiplicado por cinco su coste respecto en apenas un año y eso puede provocar tiritona incluso antes de conectar las calderas. Por eso, como ha explicado Jorge Morales de Labra en el programa Madrid Directo de Telemadrid, antes de empezar a quemarlo lo que hay que intentar es consumir menos. Es decir, optimizar su eficiencia.
Lo más barato de todo son siempre los burletes. Se colocan debajo de las puertas y evitan que entre el frío por las rendijas. Sencillo, efectivo y, sobre todo, económico. Cuestan menos de 6 euros y también las hay especiales para colocar en las ventanas. Y es que por un mal aislamiento se puede ir fácilmente entre el 20% y el 30% del gasto total en calefacción. Demasiada energía desperdiciada como para no aprovecharla mejor. Por eso, además se pueden colocar planchas reflectoras de aluminio detrás de cada radiador para que reflejen el calor hacia el interior de la habitación y no solo caliente la pared. Literalmente cuestan dos euros, se compran en cualquier ferretería y no hace falta ser un manitas o experto en bricolaje para instalarlas.
Termostatos y válvulas termostáticas, temperatura confort para el día o la noche, costes anuales, programación, ventilación, … son solo algunos consejos sobre calefacción para utilizarla de la forma más eficiente posible
Sin embargo, el gran aliado para el control del consumo es… ¡el termostato! Todas las calderas tienen una entrada para poder controlarla con este dispositivo. Mejor siempre, digital y programable para disfrutar siempre de una temperatura uniforme. La más adecuada es de 21ºC y tener en cuenta que cada grado de más supone un incremento del 7% en la factura. Eso y tener una buena tarifa. Lo mejor de todo es que con el gas, a pesar del incremento, no hay tan malas noticias como con la luz. Básicamente hay dos opciones: la TUR (Tarifa de Último Recurso), también conocida como oficial y otras del mercado libre. Importante la primera porque el precio lo fija el propio Gobierno: 4,1 céntimos de euro por kWh. Mucho menor que las segundas que no suelen bajar de los 5 y eso que ha subido el 10% respecto al pasado año.
Por eso, para evitar que siga aumentando y ante la escalada que está sufriendo el gas natural se han fijado dos límites para esta tarifa. Se actualiza cada 3 meses y estaba previsto que solo en octubre subiera cerca de un 30%. Así, se reduce solo al 5%. Y lo mismo para cuando toque revisarla de nuevo en enero. De este modo, el precio seguirá en todo momento estando por debajo de los 5 céntimos y eso aún es un buen precio. Eso sí, hay que tener en cuenta que lo que no se pague ahora durante este invierno habrá que hacerlo el próximo verano. Llegará con la siguiente actualización que será ya en primavera. También hay que saber que solo 4 empresas están autorizadas para comercializar la tarifa TUR y solo quienes la tengan podrán mantener un precio, más o menos estable, durante los meses más fríos.