El más difícil todavía… la respuesta a cómo saber cuál es la hora más barata de la luz ya no se encuentra en los relojes. Eso ya es cosa del pasado, ahora se encuentra en las ventanas.
Lo que está dando que hablar lo de la luz en los últimos meses. Casi no da tiempo ni a asimilar toda la información: nueva tarifa de la luz, subidas en el mercado mayorista, desembalses, precio del gas y gaseoductos, compra conjunta de energía, rebaja del IVA, supresión de otros impuestos, … La lista continúa aún mucho más. Es ya interminable y eso que aún no se han mencionado ni los anteproyectos de Ley, la retirada de beneficios a las eléctricas, lo del agua a precio de champán, los Decretos Ley o las modificaciones posteriores. Ni tampoco las amenazas de las nucleares, pero de todos los datos y noticias sí hubo una que llegó a todos: lo de los tramos horarios: valle, punta e intermedio. Ya la primera noche en la que entró en vigor la medida se incrementó el consumo a partir de medianoche.
Tampoco hacía falta ponerse a planchar de madrugada. Tan solo se ahorraban unos céntimos, pero, además, todo eso no importa. Pues, tal y como ha aclarado Jorge Morales de Labra en Madrid Directo de Telemadrid, desde el pasado 16 de septiembre ya no hace falta mirar el reloj ni el calendario para poner la lavadora o pasar la aspiradora. Todo porque justo ese día se aprobó una nueva normativa. Sí, otra más por la cual se eliminaban gran parte de los costes que fija el propio Gobierno. Ya se sabe… el recibo de la luz además del propio consumo se incluyen otras muchas cosas como impuestos, cargos o peajes. Y todo eso se ha transformado por completo. Por eso, lo de la hora ya no vale. Para comprobarlo nada mejor que comparar los precios de dos días. Hoy mismo y otro anterior a esa fecha.
Desde junio hasta ahora estaba lo de las tres franjas horarias. De 0 a 8 de la mañana que era la valle y donde había que tratar de concentrar el consumo para ahorrar. Era la más barata. En el otro extremo estaba la punta. Efectivamente, mucho más cara. De hecho, podía llegar hasta el triple e iba de 10 a 14 y de las 6 de la tarde a las 10 de la noche. Luego estaban las intermedias que eran de esas que no dan ni frío ni calor ahora que hay que poner la calefacción. Estas últimas eran un auténtico comodín para tareas inaplazables… El precio era más o menos el normal hasta entonces. Por supuesto, que antes el precio de mercado afectaba, pero mucho menos que ahora. Compensaba estar pendientes del reloj y, sobre todo, del calendario. Los fines de semana había que aprovecharlos al máximo…
Las horas prohibidas, las más caras, eran de 10 de la mañana a 10 de la noche salvo las de la siesta. Eso de lunes a viernes porque fines de semana y festivos estaban siempre periodo valle.
Pero sin llegar a volverse locos. Eso sí, en estos momentos, con los cambios introducidos, la hora más cara de todas sigue siendo en torno a las 9 de la noche. Coincide en ambos casos, pero casi por casualidad. Ya no son los costes regulados por el Gobierno los que marcan los diferentes niveles de precio de forma tan visible. Eso casi ha desaparecido. De lo que depende ahora exclusivamente es del mercado. Los recibos están totalmente expuestos a sus fluctuaciones y antojos. Y es que lo que sí que ha cambiado es el momento más económico para utilizar la electricidad que es … ¡a las 2 de la tarde! Es decir, en el tramo punta antiguo, pero también por la mañana. De lo que depende básicamente ahora es solo del sol y del viento. Algo bastante curioso, ¿verdad?
Afortunadamente tiene solución… Claro que sí, en lo que hay que fijarse en estos días es en la meteorología. En los diarios e informativos o, mejor aún, al abrir las ventanas por las mañanas para ventilar y ver si se produce alguna de estas dos circunstancias… Sin ir más lejos, hoy se ha notado basta su influencia. Por la mañana ha soplado fuerte y ha desplomado los precios. También a mediodía, cuando ha hecho más sol. Eso sí, cuando deje de ocurrir y esté nublado, llueva o pare el viento la cosa puede cambiar y mucho. En cualquier caso, ahora mismo a mediodía casi, casi, es tan barato como a las 4 de la mañana cuando apenas hay consumo. Por eso, el mejor truco para ahorrar es poner la lavadora entre las 2 y las 5, si hace sol. Y si no, esperar al viento y tomárselo con humor.