A pesar de la circunstancial subida del precio de la luz, las tarifas variables son a la larga la opción más económica. Solo en 2020 fueron de media cerca del 30% más baratas que las de precio fijo.
El frio, la nieve, y ya se sabe… Caiga lo que caiga, al final, acaba pasando el temporal. Todo vuelve a la normalidad y lo mismo sucede con la luz. Sí, más tarde o más temprano acaba ocurriendo, a no ser que se tenga una tarifa eléctrica de las fijas. Eso sí que es un temporal, pero los 365 días del año con bajas temperaturas, intensas nevadas y precios muy elevados. Tanto como con los que tiene la electricidad ahora mismo en los mercados mayoristas, aunque es algo temporal. No por las condiciones metrológicas sino más bien porque no durará mucho. Lo que tarde Filomena en dejar en blanco el centro de la Península y poco más. Al menos eso es lo que se espera porque hay más causas para la repentina subida del precio de la luz, además, del desplome del mercurio de los termómetros.
Si el día de Navidad de 2020 se tenía uno de los menores precios mayoristas de electricidad con 16 euros MWh, tan solo 13 días después se ha multiplicado por 7 para superar los 90 euros.
Muchas más. Aumento del consumo eléctrico, alza del precio también del gas, menor aporte de las renovables al sistema por la ausencia de viento y sol, … son solo algunos de los responsables de que la luz haya alcanzado su máximo histórico. En menos de dos semanas se ha multiplicado por 7. Y eso que, tal y como ha recordado Jorge Morales en La mañana de Andalucía de Canal Sur Radio, en Navidad tenía el mínimo desde que hay registros. Si el 25 de diciembre cada MWh costaba poco más de 17 euros, hoy está ya por encima de los 90. Es lo que tiene la tarifa variable. A veces tiene estos vaivenes temporales, pero en promedio a lo largo de todo el año su precio es menor. Mucho menor. De hecho, en 2020 lo fue de cerca del 30% dependiendo de la tarifa.
Auténtico refugio para las familias en medio de la tormenta de frío y precios, incluso, a pesar de la brusca subida de los últimos días. Siempre hay que recordar que la tarifa regulada o PVPC es la que se establece en el BOE y que las compañías eléctricas deberían ofrecer. Eso sí, como son más baratas y, por tanto, generan menos beneficios, a veces la esconden para vender otras más rentables para ellos. Más económica porque su peculiaridad reside en que está vinculada directamente al precio mayorista de la electricidad. Ese que precisamente hoy, y de forma puntual se ha disparado. No hay que dudar de que todo volverá rápidamente a la normalidad. Lo hará a la misma velocidad que desaparecer la nieve de las calles y la escarcha de las ventanas. Al final siempre pasa el temporal. También en el recibo de la luz.
La factura de la luz de 2020 ha sido la más barata de la última década, 10,8% menos que en 2019 y si se compara con 2012, el año más caro, la rebaja es de más del 30%. Eso sí, solo para tarifas variables.
Mientras que, con las tarifas fijas, las de las ofertas y descuentos sobre precios inflados, se acaba pagando siempre precios de temporal. Filomena todo el año con las de precio fijo. Más y más caras, y eso que con la llegada de la competencia al sector los precios deberían haber bajado. No ha sido así. Más bien lo contrario. Han generalizado el engaño al consumidor. Así que mucho cuidado en los próximos días con los oportunistas. Siempre hay quien se aprovecha de la situación, y esta coyuntural subida del precio mayorista no va a ser menos. Todo para vender otras tarifas con las que a la larga se acabará pagando de más. Por suerte, hay más opciones. Compañías como Próxima Energía ofrecen tarifas variables muy similares a la regulada, como la Cristalina. Igual de competitiva que la PVPC para refugiarse cuando pase del temporal.