Lo de agárrense que vienen curvas ya no es solo en las carreteras de montaña. Ahora hasta son más intensas al estar parados en la gasolinera: el precio de la gasolina roza máximos históricos.
Es de lo que más se habla, pero no es solo cosa de la luz. Por cierto, vuelve a subir hasta los 230 euros por MWh. El domingo más caro en lo que va de 2022 y el cuarto más alto de enero. Eso sí, lejos de los 400 que llegó a marcar en los últimos días del pasado año y, sin embargo, aún a más distancia de los 45 euros que hubo de media durante la última década. Y ya se sabe que la manera más eficiente de unir esas y otras distancias es en coche, salvo que sea de combustión… El precio de la gasolina roza máximos históricos. ¡Agárrense que vienen curvas!, pero no en las carreteras de montaña. Todo lo contrario. Más bien al estar parados en la gasolinera al repostar porque llenar el depósito cuesta cada día más y más.
Sí, a los que les gusta conducir prefieren las curvas, pero, sin duda, no las de este tipo. Tras varias semanas con el precio de la gasolina siempre al alza acaba el mes con la segunda cifra más alta de la historia: a 1,52 euros por litro de media de gasolina. Y eso es algo que pasa siempre… ¡con lo largas que se hacen las subidas, luego con las bajadas casi ni se entera uno! Demasiado cerca del récord histórico de 2012 y de eso ya han pasado más de 10 años. Por aquel entonces apenas costaba 2 céntimos más. Algo más barato que en ese momento, pero mucho más caro que el pasado año cuando la diferencia era de 13 céntimos. Se nota en los bolsillos. Así, por ejemplo, llenar un depósito de 55 litros puede llegar a costar hasta 7 euros más.
No es poca cosa, pero hay un dato más increíble aún. Con todo, y aunque casi parezca mentira, los precios siguen algo más bajos que la media de la UE. Exactamente 14 céntimos más baratos. Electricidad, combustibles y también el gas. Tiene sus curvas y son más peligrosas aún que las anteriores. Por sus consecuencias y, sobre todo, por ser imprevisibles. Nunca se sabe bien donde llevarán ni que dirección tomará la siguiente. El problema ahora del gas es que el 40% del que se consume en Europa, como ha explicado Jorge Morales de Labra en el Telediario Fin de Semana de La1 es que viene de Rusia. Concretamente a través del gaseoducto que atraviesa Ucrania y se está utilizando como arma política en el conflicto entre ambos países. Situación que puede afectar y mucho, aunque en España un poco menos si se habla de suministro.
“Es importante que se aprovechen todas las oportunidades para evitar que se llegue a un conflicto armado que por supuesto tendría un impacto económico negativo en los mercados energéticos globales”. Vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño.
Solo hay que fijarse en los países a los que se importa más gas. La lista tampoco es demasiado larga: Qatar, Rusia, Estados Unidos y Argelia. Pues, por suerte, este último es el mayor abastecedor de España y supone el 44% de total que recibe. Por el contrario, el gas que llega desde Rusia no llega ni al 10%. Otra cosa bien distinta es si se habla de cómo puede llegar a afectar a los precios de la energía en Europa y también aquí. De hecho, sus curvas se han hecho sentir de forma muy especial en los últimos 4 meses. Desde el segundo semestre del pasado año, aunque en realidad, la cosa viene desde bastante más atrás… Además, con un agravante. Todo lo que le pase al gas se traslada a la electricidad. Exactamente igual que un espejo retrovisor en el que se refleja…
Por eso, no se entiende que la Unión Europea no tome cartas en el asunto para aliviar el viaje. Una situación prebélica con el mayor suministrador del continente no es algo normal y requiere de intervención inmediata de las autoridades competentes. Los altos precios de la energía afectan directamente en los bolsillos de los consumidores y solo hay que echarle un vistazo a la inflación. Desde el BCE tampoco se dice mucho. Solo que el pico máximo ya ha pasado y que pronto todo empezará a bajar. Lo que pasa es que las bajadas son más lentas que las subidas. No son tan transitorias y menos en un momento de recuperación y crecimiento. Afecta al consumo que es uno de los elementos más importantes del PIB de cualquier país. Por tanto, impacta en toda la economía en su conjunto y no solo en los propios mercados energéticos. Vienen curvas…