Dicho y hecho. Ya es posible señalar un punto en el mapa y llegar sin problemas de autonomía ni recargas. Viajar en coche eléctrico también es un placer, pero requiere de algo de planificación.
Viajar es un placer y en coche eléctrico también. Paisajes, ventanillas y tampoco es necesario recorrer la Ruta 66 en Estados Unidos o la Great Ocean Road en Australia para comprobarlo. Eso ya lo hicieron primero Bonnie & Clyde y después Thelma y Louise y la cosa acabó de aquella manera. Pues sí, lo de los road trips ha cambiado desde las cintas de cassette, los juegos del veo veo, y los planos sobre las rodillas. Adiós a lo del carretera y manta. Muy diferente. Está más planificado. Spotify a tope, maratón de películas en la Tablet y navegador interactivo con mucha, pero que mucha información. ¡Hasta el bocadillo de la próxima estación de servicio se puede conocer con antelación! Las aventuras sobre ruedas no volverán a ser lo mismo, pero la esencia se mantiene. Igual que también lo hace el papá cuánto falta o cuándo paramos.
El cambio de modelo energético va sobre ruedas y los coches de combustión tienen los días contados. En 2040 estará prohibida su venta y tan solo 10 años más tarde su circulación.
Pues, con el coche eléctrico, esas frases adquieren una dimensión especial. De vital importancia para no convertir el viaje precisamente en una aventura. Evitarlo es mucho más sencillo de lo que parece y, como ha explicado Jorge Morales de Labra en Cuatro al día de Cuatro TV, la clave está en la planificación. También en la tecnología. La Ley de Cambio Climático y Transición Energética obligará a comunicar la disponibilidad de los puntos de recarga rápidos a través de una app oficial. El Google Maps de las electrolineras, pero sin sugerencias gastronómicas. Eso sí, aún no está lista. Por eso la mayoría de conductores de vehículos 0 emisiones utilizan otras para localizarlas. También las califican y las puntúan los propios usuarios como un semáforo para que no haya confusión. Verde cuando funcionan a pleno rendimiento y rojo si tienen algún problema.
Todos los datos y la disponibilidad en tiempo real. La más conocida de todas es Electromaps y también calcula las mejores rutas. Solo hay que introducir el origen y, por supuesto, el destino. Sin ir más lejos de Madrid a Panticosa en Huesca. Importante, también hay que especificar la autonomía del vehículo. Es decir, que divida el trayecto en tramos de 300 kilómetros si el coche que se va a utilizar puede recorrer en carretera 350. No hay que pillarse los dedos y hay que guardar algo de energía por lo que pueda pasar. Así, la app fija el recorrido óptimo como un navegador y señala los puntos de recarga disponibles. Sencillo y efectivo. En este caso habría que hacer parada y fonda en Zaragoza. Afortunadamente indica el número y tipo de cargadores para poder elegir. Los mejores para estos desplazamientos son los rápidos de 50 kW.
Energía para hasta 100 kilómetros en algo menos de 20 minutos para completar el viaje. Eso sí, lo que hay que estar es muy pendientes para no pasarse las indicaciones. Y así, con casi cualquier otro desplazamiento que se quiera hacer por España o Portugal. ¡Lo que ha cambiado la historia en el último año! Hasta hace bien poco eso de señalar un lugar en el mapa y llegar en coche eléctrico más que una aventura era misión imposible. Impensable lo de salir de viaje y ya pararé en algún sitio a repostar. Todavía no, pero casi. Hay que planificar y pensar en alternativas por si no estuvieran operativas. Aún así, la cosa ha mejorado mucho. Por eso, en Cuatro al día de Cuatro TV eligieron otro destino al azar: Hornachuelos en la provincia de Córdoba y también es posible llegar a allí con parada en Bailén.
Recargar las baterías en una electrolinera puede ser hasta 6 veces más caro que con la modalidad de carga en casa y parte de la responsabilidad es que todavía no hay muchas.
Además, se pueden reservar. Lo normal es hacerlo sobre la marcha. Media hora antes es más que suficiente. Todo para evitar que esté ocupado cuando se llegue a cargarlo. Eso por si alguien está pensando en ir a Levante el 15 de agosto y no quiere encontrarse con caravana también en la electrolinera. Algo que solo se puede hacer con app de los diferentes operadores y ahí es donde empiezan los problemas. Cada uno tiene la suya y no hay espacio en el smartphone para tanta. Más de una decena. No es ni práctico ni lógico y ya se está trabajando en la llamada interoperabilidad de los puntos de recarga. Se trata de poner un poco de orden y que cualquier usuario pueda recargar con solo tener una tarjeta de crédito. Exactamente igual que en las gasolineras para que solo haya que disfrutar del placer de viajar.
