Segundas residencias, los que hayan invertido en eficiencia energética, los que desplacen consumo, … pero no existe un perfil concreto de persona o familia para ahorrar con la nueva tarifa.
Ni depende del número de niños ni de los ya clásicos solteros contra casados. Eso está muy bien para las pachangas de barbacoa o playa y las liguillas de fin de semana, pero el recibo de la luz no funciona así. Tampoco es cosa de casas grandes o apartamentos pequeños. No, no existe un prototipo concreto de persona o familia a quien pueda beneficiar más o menos la nueva tarifa eléctrica. Quizá tenga más que ver con rutinas, estilo de vida y horarios, que es de lo que va la reforma, pero no es solo eso. Tampoco es necesario darle demasiadas vueltas al asunto… En condiciones normales ahorraría solamente el que fuera capaz de trasladar consumos a las horas baratas. Así de sencillo y de complejo a la vez porque en realidad no hay tanto gasto energético que se pueda traspasar.
Ya antes de la reforma el 48% del consumo ya se realizaba en el periodo valle. Datos reales y no son ninguna exageración porque también incluyen al completo los fines de semana y los festivos nacionales. Además del 52% restante, tampoco es tanta la energía que se puede desplazar. Sin ir más lejos, el frigorífico, que está siempre conectado. A las horas baratas y también a las caras. Por suerte, como ha explicado Jorge Morales de Labra en La brújula de Onda Cero, la tecnología y la digitalización pueden ser fundamentales. Empieza a haber herramientas en el mercado para el control del consumo del hogar. En tiempo real, por menos de 90 euros y es una gran ayuda, por ejemplo, para saber cuánta energía gasta realmente el horno por estar encendido media hora mientras se termina el asado.
No es sencillo, pero solo los que consigan desplazar consumo al horario barato ahorrarán con la nueva tarifa de la luz y ahí la tecnología es fundamental. En cualquier caso, la rebaja o el sobreprecio difícilmente será superior al 5%.
Fundamental para saber por dónde se puede empezar a ahorrar. Lo mismo con la lavadora, para conocer la diferencia de lavar con los diferentes programas o en frío en vez de a 30ºC. Solo así se puede saber que el coste se duplica y de hacerlo a 60ºC mejor ni hablar. Información útil para el usuario. Sin embargo, no solo no hay un perfil concreto para el ahorro, sino que, además, lo que paguen unos de menos lo pagarán otros de más. Está pensado así, como en los juegos de suma cero. Solo que en vez de 0 el resultado debe dar 15.000 millones que es lo que recauda el sistema con peajes y cargos. De lo que se trata ahora es de repartir toda esa cantidad de dinero de una forma diferente, pero el resultado tiene que ser el mismo.
Quien se adapte mejor al sistema ahorrará y el que no, pagará la diferencia. Algo más, pero no demasiado. Casi la mitad del consumo ya estaba en el horario valle. Hay más… La nueva tarifa de la luz también reduce el 15% la parte fija del recibo y eso son muy buenas noticias para las segundas residencias. Pagarán menos como también lo harán los que hayan hecho mejoras para aumentar la eficiencia energética: LED, electrodomésticos clase A, … Sí, porque a la vez sube la parte variable. La que depende de las vueltas que dé el contador y esa es la clave. Eso sí, todos deben tener en cuenta que no se va a poder ahorrar más del 4% o 5%. Del mismo modo que a los que les suba lo hará en esos mismos porcentajes. Solteros contra casados aún no ha llegado al recibo de la luz.
