Y no son pocas. Transición de modelo energético, nueva factura de la luz, el precio de la electricidad, … y, además, la aparición de un nuevo Ministerio de Consumo.
Todas. Las de siempre. Las más antiguas. También las que han llegado con los nuevos tiempos. Las que afectan a todos por igual. Que dan luz, pero también calientan. Las que mueven y no paran. Las más verdes. Y es que, en realidad, las asignaturas pendientes a las que el nuevo Gobierno deberá prestar especial atención en materia energética son eso, todas. Más si se tiene en cuenta que en todo el mundo se está viviendo un auténtico tsunami por la revolución que están llevando a cabo las renovables. Están arrasando en todo el sector. Más energía, más barata y no parece que la adaptación vaya a ser sencilla ni, mucho menos, tener contentos a todos.
Tal y como ha explicado Jorge Morales de Labra en el programa SER Consumidor se parte de un sistema anquilosado y muy contaminante, además de caro. Para ir hacia un nuevo modelo más moderno, sostenible y barato. La dificultad, por tanto, reside en tener en cuenta todos los factores asociados. Desde la creación neta de empleo al análisis de los sectores que se podrían ver más afectados como el del motor. El más claro de todos. La adaptación al coche eléctrico debe ser rápida para evitar la destrucción de trabajo. Minimizar su impacto en la economía. Así, la llamada transición justa es una de las asignaturas pendientes del nuevo Gobierno.
En el sector energético el orden de una coma en una Orden Ministerial puede llegar a mover cientos de millones de euros
Quizá la más importante, pero no la única. Una transición energética bien hecha debe llevar siempre a una factura de la luz mucho más limpia y, sobre todo, barata. No es fácil hacerlo bien. Lo mismo sucede con otras muchas propuestas que se han podido escuchar en campaña electoral. Todas tendrían su influencia en el precio de la luz para el consumidor. La más clara de todas, eliminar los beneficios históricos de las compañías eléctricas. Difícil, pero no imposible. Claro que se puede hacer. Paso a paso. Del mismo modo hay que ir viendo las medidas que el nuevo Gobierno adopta finalmente para llegar a una factura eléctrica más barata para todos.
La nueva tarifa de la luz con sus tres tramos horarios en estos momentos solo afectará a los 11 millones de consumidores que ya están acogidos a la oficial
Lo que si va a empezar a funcionar para todos este mismo año es la nueva factura de la luz. Mucho se ha hablado ya de los horarios más económicos y los más caros. Lo fundamental en estos momentos es saber qué tipo de contrato tiene cada uno. Hay que recordar que el cambio es para todos, pero no afectará a todos por igual. Antes de volverse loco pensando en los tramos horarios, que aún no han empezado a funcionar, es necesario conocer si se tiene una tarifa plana o de precio fijo. Estos no se podrán beneficiar de la nueva factura. Deben huir de estos modelos de contratación y en esto debería de ser de gran ayuda el nuevo Ministerio de Consumo.
Hasta ahora no existía y quizá podría haber evitado el extraño cambio de muchísimos usuarios que recientemente han pasado de la tarifa regulada a otras fórmulas de facturación del mercado libre. En cualquier caso, se echaba en falta desde siempre una representación desde el punto de vista gubernamental de los consumidores. Al menos en el sector eléctrico. Aquí el desequilibrio en conocimiento e influencia entre compañías y usuarios es muy desigual. Muy positiva, por tanto, su creación. Equilibrará la balanza en la búsqueda de una factura de la luz más barata y menos contaminante. La gran asignatura pendiente del nuevo Gobierno en materia energética.