Enero ha tenido de todo en lo que se refiere al recibo de la luz: caída de la demanda, pero no de precios, anulación de la financiación del Bono Social y actualizaciones de tarifas a precio fijo.
Todo está relacionado. Y, además, la Comisión Europea acaba de aprobar el Reglamento sobre la llamada taxonomía verde. Así reconoce como energías “limpias” al gas y a las nucleares. Sí, el año ha comenzado movidito en el sector eléctrico salvo en los precios. Esos no cambian y eso que la primera quincena de enero la cosa mejoró ligeramente. En torno a los 180 euros/MWh, pero ahora ya ha vuelto a los 210 nuevamente. Estratosféricos. No hace falta ni recordar que la media de la última década es de 50 euros. Se está normalizando que esté por encima de los 200, pero es 4 veces más de lo habitual y esto se está sintiendo en las facturas. Por eso, como ha anunciado Jorge Morales de Labra en El programa de Ana Rosa de Telecinco, están llegando avisos para actualizar las tarifas.
Las de precio fijo que aún no se habían visto afectadas por la subida. Principio de año suele ser el momento elegido por contrato para la actualización y empezarán a sentirlo en los recibos. Lo harán tanto o más que los del mercado regulado cuyo precio está directamente vinculado al mayorista. Estos últimos consumidores vienen viendo facturas cada vez más altas desde junio del año pasado. Sin embargo, el mercado libre al final también reacciona.Estas pensando en cambiar a una tarifa de luz variable, tenemos la mejor del mercado. Lo que pasa es que lo hace un poco más tarde. Así, claro, cuando viene la revisión del contrato en enero más de uno se ha llevado una sorpresa. En realidad, cualquier excusa es siempre buena para actualizar las tarifas y aquí las compañías eléctricas pueden encontrar otra… El Tribunal Supremo acaba de anular el mecanismo con el que se financia el Bono Social y esto tiene su importancia.
La CNMC tiene algunas herramientas para determinar si ha habido fraude en la actualización de tarifas, pero son limitadas. Además, es algo que tiene que ver con la interpretación de los contratos y no es fácil de resolver.
Aproximadamente un euro de todas y cada una de las facturas de los consumidores se destina a pagar parte de la energía de quienes más lo necesitan. Es buena idea, pero en lo que no están de acuerdo es de dónde sale el dinero. Varias veces se ha cambiado en los últimos años y otras tantas lo ha echado para atrás la Justicia. Pues, precisamente, por ese euro hay que volver a refacturar todos los meses anteriores y el problema es que entonces es cuando aparecen las revisiones de las tarifas. No falla nunca. Cada vez que hay un lio o algo que pueda generar confusión se aprovecha para actualizar los precios. Ya no solo depende del calendario y aquí ya tienen otro motivo. ¡Cuidado! Además, enero ha tenido más cosas en lo que se refiere al recibo de la luz.
Lo de la Ley de la oferta y demanda no se cumple con la electricidad. El consumo ha caído a los niveles más bajos de los últimos 5 años y como si nada. De los bajos que se recuerdan y los precios no solo siguen altos y a lo suyo, sino que además no paran de crecer. Lo mismo con las facturas… ¡El doble que la del mismo mes del año anterior! Y que haya bajado la demanda es un dato preocupante. Significa que las fábricas necesitan menos energía y eso tiene consecuencias en la economía. Menos actividad industrial es también más paro y, sobre todo, menor crecimiento económico. Dato que refleja, sin ir más lejos, el cierre de Alcoa. Solamente esa factoría consume en torno al 1% de la energía de todo el país y vaya si se nota, pero no en los precios.
Sin embargo, el primer mes de 2022 tiene una parte positiva que también afecta a la demanda. Ha sido suave en lo que se refiere a la meteorología y, además, el crecimiento del autoconsumo está siendo enorme. La gente cansada de las constantes subidas y bajadas está instalando más paneles solares que nunca. Todo está relacionado.