Ola de frío y precios altos de luz y gas suelen ser una mala combinación, sobre todo, para los bolsillos. Pues para minimizar su impacto solo hay que seguir estos dos consejos definitivos.
Hogar, dulce hogar, pero que sea cálido. Si existiera una Guía definitiva sobre calefacción en ola de frío seguro que incluiría alguno de estos consejos. Todo para ahorrar y aprovechar al máximo el calor de las casas. Importa el bienestar, pero sin olvidar los bolsillos. Sobre todo, cuando los termómetros no superan números negativos y el precio de la energía no para de subir. Pues eso mismo es lo que ha ocurrido con la llegada de Filomena. Máximo histórico para el precio de la luz con más de 90 euros por cada MWh. 27% más cara la electricidad que la media de 2020 y, por si todo esto fuera poco, algo parecido sucede con el gas. Por las nubes y en ascenso. Calor de hogar es más que nunca lo que se necesita con estas temperaturas, pero sin arruinarse en el intento.
La temperatura de confort en invierno suele estar entre los 21º y 22º. Por cada grado de más que se ponga en el termostato la factura se incrementará un 7%.
No hay que engañarse, pero tampoco dejarse llevar por el pánico. A corto plazo poco se puede hacer y más sin poder salir de casa por las heladas. Mejorar el aislamiento es la solución más eficiente, pero requiere de un poco más de tiempo y algunos materiales. Los más sencillos, burletes para puertas y ventanas. Por suerte, hay más opciones. Sí, afortunadamente, y de forma inmediata, se pueden poner en práctica los consejos que Jorge Morales de Labra ha contado en Fin de Semana COPE. Sencillos y fáciles de recordar. Aquí, el primero: (1.) utilizar el termostato correctamente y eso implica muchas cosas. Sin ir más lejos, mantener siempre una temperatura razonable. Nada de subirlo a tope y esperar. Lo mejor, a 21º porque ya se sabe… Cada grado de más supone 7% extra en la factura. Demasiado y más con estos precios.
Tampoco es necesario ir con el abrigo en casa ni mucho menos en camiseta. Jersey o chaqueta es lo más adecuado, ¿verdad? Pues lo mismo con la temperatura. Eso sí, por la noche hay que bajarlo hasta los 18º que para eso se duerme con mantas y edredones. Lo que lleva a otro de los grandes mitos sobre la calefacción: hay que apagarla cada vez que se sale de casa. Siempre. Es lo más eficiente, aunque otra cosa es que sea incómodo. Incluso para bajar a por el pan durante unos minutos sería mejor desconectarla. Otra cosa es la inercia que tiene cada casa a la hora de calentarse. Pues para eso también hay termostatos programables que simplifican la tarea.
A pesar de la circunstancial subida del precio de la luz, las tarifas variables son a la larga la opción más económica. Solo en 2020 fueron de media cerca del 30% más baratas que las de precio fijo.
En cualquier caso, lo que no hay que hacer nunca y volverse loco con los precios y las tarifas. (2.) Hay que mantener siempre la calma. En estos días, como ya ha sucedido en otras ocasiones, muchas comercializadoras van a tratar de hacer su particular agosto bajo el hielo con ofertas y descuentos para tarifas fijas. Sin duda, tentadoras, porque puede parecer que dan más seguridad y más en situaciones de precios altos como esta. El temor de la incertidumbre. Hay datos que van a despejar todas las dudas. Pues bien, lo que demuestran las cifras año tras año es que acaban siendo mucho más caras. Mucho más. Solo en 2020 pagaron cerca del 30% más que las variables. Pagan precios de Filomena todo el año. 1/3 de factura se podría haber ahorrado con la tarifa oficial o la Cristalina de Próxima Energía. No hay que caer en la tentación.