Inevitable que mercado siga marcando máximos, uno tras otro, pero con las medidas del plan de choque de la luz habrá compensaciones posteriores que reducirán sustancialmente su impacto en la factura. Más estabilidad.
La factura de la luz está que echa humo y no solo por los fuegos de la vitrocerámica. Algo se está cocinando que hará que se estabilice para que esté siempre a fuego lento y sin sobresaltos. Más sencillo de lo que parece. Lo que sucede es que a veces en el sector se usa una terminología que es difícil de entender para la mayoría. Hay que explicarlo de otra forma. Nada mejor que hacerlo con paellas, cocidos y lentejas… Y es que como ha contado Jorge Morales de Labra en La hora de La1 en realidad el mercado mayorista es un poco como la lonja del pescado. Allí, todos los días se subastan las capturas y la lubina un día puede costar 150 y al siguiente 180 dependiendo de las circunstancias. Igual que el marisco antes de Navidad. Pues con la luz sucede lo mismo.
Recorte de beneficios extraordinarios, rebaja fiscal y protección a vulnerables son los tres pilares del plan de choque de la luz con el que se pretende reducir los recibos al menos el 22%.
Eso sí, con una diferencia. A partir de ahora la factura de la luz apenas va a notar las subidas del mercado mayorista. El resto de componentes del recibo compensarán los incrementos. Así, no solo se reducirá, sino que además se estabilizará. Ahora sí, arroz, garbanzos y lentejas. Un ingrediente para cada una de las partes que lo forman: mercado, costes regulados y, por último, impuestos. Por cierto, célebres, pero de fama inmerecida. Todo hay que decirlo. Pues cuando empezó el año la proporción de ingredientes para dar con la receta de la factura final, más o menos era de un tercio. En realidad, los costes regulados eran algo mayores, pero solo un poco. Así que si el importe del recibo medio era de 60 euros hablando en números redondos cada una era responsable de 20.
Durante este año la cosa ha cambiado bastante. Más arroz para la receta. El mercado en vez de estar en 50 euros MWh se ha puesto en 150. Y lo que le queda. Seguirá creciendo, pero es algo que ya no debe asustar con las medidas del plan de choque. Por su parte, los costes regulados son fijos y no han sufrido ninguna variación. Sin embargo, el problema también se encuentra en los impuestos. Al ser proporcionales a los anteriores también han aumentado. IVA y el Especial de Electricidad se incrementan, pero no en igual medida. La estabilidad de los cargos y peajes lo amortiguan. Sencillo, a mayor precio de mercado más impuestos hay que pagar haciendo subir el importe final. Ahora más de la mitad de la factura corresponde al mercado. La parte que más ha crecido. Importante saberlo para entender las medidas del plan de choque.
Buscan actuar sobre las causas de la subida. Y no son otras más que los incrementos del precio del gas y de los derechos de emisión de CO2. El incremento ha sido incluso mayor. Eso sí, con una matización… El gas afecta a menos del 30% de la generación eléctrica del país. Es decir, solo a las centrales que lo queman para producir electricidad. El 70% restante están cobrando ese elevado precio y, sin embargo, sus costes de producción siguen siendo los mismos que hace un año. No puede ser así. Eso es insostenible. Por este motivo, desde ahora las empresas del sector tendrán que devolver al Estado lo que han cobrado de más por este motivo. Sí, una parte de los beneficios extraordinarios o también llamados caídos del cielo. La fórmula es algo compleja, pero tiene su explicación. ¿Por qué no limita el precio en la subasta?
Inevitable que el precio de la luz siga subiendo, cuanto más lo haga menores serán los costes regulados y así al final la factura siempre será más o menos la misma que hasta ahora.
Sencillo, está prohibido en la UE. No puede pueden modificar las reglas de juego del mercado ni limitar las ofertas de las eléctricas en la subasta. El mecanismo de fijación de precios es el mismo en todos los países de la UE. Así que todas las medidas y propuestas deben aplicarse después. La devolución de los beneficios extraordinarios así lo hace. Además, lo mejor de todo es que la recaudación se destinará íntegramente a reducir la parte de los costes regulados. Así, a mayor precio de la luz, menor será el coste de cargos y peajes. Hay más buenas noticias. También se elimina prácticamente el impuesto Especial de Electricidad. Como el IVA ya había bajado al 10% la carga fiscal vuelve a los niveles de principios de año. Más estabilidad para la factura que a partir de ahora apenas notará los vaivenes del mercado mayorista.