Impacto social, económico y también de regulación. La legislación del sector eléctrico permite la expropiación de las fincas necesarias para construcción de las macro plantas solares y ahí es solo donde empiezan los problemas…
Ya no hay quien lo dude. La energía solar fotovoltaica es el futuro más inmediato como la eólica es, desde hace tiempo, el presente. Cada vez que sopla el viento el precio de la luz se desploma y si aún no lo hace los días despejados es por la menor potencia instalada. Pronto llegará porque, además, el sol es el auténtico oro verde español. Así, la renovables viven un nuevo boom y no es para menos. Más instalaciones, de mayor tamaño y es que en ocasiones importa más de lo que se piensa. Siempre se ha dicho que la tecnología no es buena ni mala, sino que depende del uso que tenga. Con razón, pero tampoco es neutral. Sobre todo, si se habla de las dimensiones de los nuevos parques y macro plantas que se están proyectando en los últimos meses.
Tienen mayor impacto. Casi tanto como la extensión que ocupan y no solo por su influencia en el precio de la luz. Importante, pero también trasladan nuevos problemas sociales asociados a muchos de los municipios que más sufren los efectos de la despoblación. Justo todo lo contrario al impulso económico que pretendía en un primer momento con su construcción. Son varias las zonas afectadas por las macro plantas fotovoltaicas, pero en algunas se nota de forma especial. Una de las principales es en Méntrida en la provincia de Toledo y muy cerca de Madrid. Allí las parcelas de viñedos y de olivos centenarios que han sido el sustento desde siempre se ven amenazadas por uno de los grandes proyectos solares que se van a poner próximamente en marcha. Además, afectadas por la expropiación en contra de la voluntad de los propietarios.
Indefensos y, sobre todo, rodeados. Los pocos campos de cultivo que permanezcan en la zona quedarán en medio de un auténtico mar de paneles solares. Además, sienten que en llamada Transición Energética se están olvidando de lo más importante: la protección del medio natural y del modo de vida de sus habitantes. Problemática que no solo afecta a esta zona en concreto. Hay muchas más. Por eso, como ha explicado Jorge Morales de Labra en El programa de Ana Rosa de Telecinco, en el camino hacia un modelo más sostenible y, sobre todo, barato hay que tener en cuenta muchos otros aspectos. No todo vale para conseguirlo y para bajar el precio de la electricidad de los 200 euros por MWh actuales. No es ningún secreto. Ya se sabe… cuando entran renovables en el sistema el coste de mercado se desploma.
Por eso, hay mucha prisa por instalar paneles solares y, como se dice, no son buenas consejeras. Importa tanto el fin como los medios y esta es una de las cosas que se están demostrando con el paso del tiempo. Toda una barbaridad y solo hay que echar un vistazo a las cifras y a los mapas para darse cuenta. Tampoco es necesario recordar que una hectárea es más o menos un campo de fútbol. La macro planta que se quiere construir en Méntrida no tiene una superficie de 10 o 20. Eso seria mucho más razonable. Con esa superficie ocuparía una extensión similar a la del propio núcleo urbano. Van mucho más allá. Enormes. Gigantescas. Colosales. Al menos 50 veces más grandes. De ahí en adelante. Tal es el impacto visual que desde las ventanas de las casas prácticamente lo único que se podrá ver es… ¡paneles solares!
Nada más. Cambio radical, pero de paisaje. Se mire hacia donde se mire. Afecta incluso a las comunicaciones. Problemas para acceder a las parcelas y es algo que lógicamente afecta y preocupa a los vecinos. Eso y el impacto económico asociado a la instalación que tampoco es tanto como parecía en un primer momento. No todo vale y el tamaño en la Transición Energética importa.