Curiosa la relación entre nieve, frío y el precio de la luz que, aunque no solo tienen que ver con la Física, hace que cuando se combinan siempre acabe subiendo la electricidad. Eso sí, todo lo que sube termina bajando.
Hay relaciones que funcionan siempre y ya Newton lo sabía. Fuerza, masa y aceleración o, aún más sencillo, velocidad, espacio y tiempo. Sin embargo, la de frío y el precio de la luz poco o nada parecen tener que ver con la Física. Ni mucho menos, pero cuando bajan las temperaturas no tardan en subir la luz y el gas. Es casi automático y ahora no solo lo ha vuelto a hacer, sino que lo ha elevado hasta máximos históricos. De hecho, el segundo más alto de siempre. Parece el cuento de nunca acabar. Se repite una y otra vez como si del día de la marmota se tratara. Pasó en 2017 cuando el presidente del Gobierno llamaba al viento y al sol para hacer bajar los precios. También 4 años antes cuando por primera vez en la historia se tuvo que intervenir el mercado eléctrico. Demasiado grave aquello.
Sucedió en 2013 cuando por primera vez en la historia se intervino el mercado eléctrico. Lo mismo en 2017. Pues ahora el 2021 también llega con frío, nieve y subida de la luz.
Pues acaba de comenzar el 2021 con una terrible sensación de déjà vu. Llega el frío y va y sube la luz. Eso sí, tal y como ha contado Jorge Morales de Labra en En Jake de EiTB, la situación no es exactamente la misma que en otras ocasiones, aunque el resultado final sea casi idéntico. Y es que la música suena muy parecida que a la de aquel entonces, pero hay diferencias. A las excepcionales bajas temperaturas esta vez se ha unido la emergencia sanitaria que lo agrava. La razón es muy sencilla. Hay que ventilar más. Abrir más tiempo las ventanas incrementa y mucho el consumo de calefacción. No solo pasa en España, sino que es un fenómeno internacional. De todo el hemisferio Norte. También en China o Japón. De hecho, Francia se ha situado en alerta roja y ha pedido a los consumidores que reduzcan el consumo.
Si el día de Navidad de 2020 se tenía uno de los menores precios mayoristas de electricidad con 16 euros MWh, tan solo 13 días después se ha multiplicado por 7 para superar los 90 euros.
Hasta ahí todo bien. Es algo que se puede entender a la perfección. La nieve y el frío hacen aumentar el consumo, pero ¿es justificación suficiente para una subida tan intensa del precio de la luz? En menos de dos semanas se ha multiplicado por 7. De los poco menos de 16 euros por MWh del día de Navidad a los más de 95 de hoy. De auténtica locura y eso que aún no se han tenido en cuenta otros factores. Aquí hay más. No solo se ha subido la electricidad. También lo ha hecho el gas. Y, por si todo esto fuera poco, hay que tener en cuenta que el temporal ha traído de todo menos sol y viento. Es decir, muy pocas renovables en el sistema para conseguir abaratar los precios. Todo influye, pero también es cierto que en España las reglas del mercado eléctrico tampoco ayudan.
Por tanto, las centrales nucleares y las hidroeléctricas están cobrando casi 7 veces más que hace 15 días por cada MWh que producen, a pesar de tener los mismos costes de producción.
Sobre todo, por la forma en que se trasladan los precios del mercado mayorista a la factura de los consumidores. Hace que al final la subida sea mayor de lo que debería ser. Más claro no se puede decir. No hay más que mirar a las centrales nucleares y a las grandes hidroeléctricas para comprenderlo. Ahora mismo están cobrando más de 90 euros por cada MWh que producen cuando hace dos semanas tan solo eran 16. Y da igual lo que poco que les cueste producirlas. Negocio redondo. Tanto como una bola de nieve. Todo porque sus gastos de producción no tienen nada que ver ni con la nieve, el frío ni con nada que se le parezca. Tampoco con la subida del precio del gas. Los costes son exactamente los mismos que hace 15 días y, sin embargo, están cobrando casi 7 veces más. Increíble, pero cierto.
De prolongarse la actual situación de precios mayoristas durante todo el mes de enero el recibo medio subirá hasta los 70 euros. 27% superior a la media de todo el 2020.
De hecho, es como para quedarse helados. ¡Cuidado que vienen curvas en el recibo de la luz! Y más con las carreteras literalmente congeladas. Tendrá repercusión en las facturas y el susto dependerá de cuánto dure la situación. Saberlo es más cosa de meteorólogos que de ingenieros o economistas, pero es previsible que se prolongue algunas semanas más. De ser así, y con los precios actuales, si durara todo el mes de enero el recibo medio podría ascender hasta los 70 euros. 27% superior a la media de 2020. Eso sí, siempre hay que tener en cuenta, que el pasado año ha sido el que ha tenido la electricidad más barata de la última década. Además, y por suerte, hay otra ley que siempre se cumple. Todo lo que sube luego baja. Pues esta sí que también aplica bien al precio de la luz. Volverá a la normalidad.