¿Cuál es el tipo de contrato que se tiene? ¿Por qué se paga ahora por nuevos conceptos? La nueva factura de la luz seguirá sin dar respuesta a ésta y otras muchas dudas frecuentes de los consumidores.
Que si mercado libre o regulado. También que, si tarifa plana, tope del gas, PVPC… Con la que está cayendo que levante la mano quien no haya echado un vistazo a la factura de la luz, aunque sea por primera vez. Todo para darse cuenta de que, en realidad, no entendía nada. Y es que, la mayoría de las veces, tratar de comprenderla puede convertirse en un auténtico reto. Incluso, a veces, en un jeroglífico. Pues, a partir de ahora, puede ser incluso peor y no solo por el elevado importe que se está pagando. Esta semana se ha presentado un nuevo formato de diseño, pero tampoco no es que vaya a facilitar las cosas demasiado. La intención es ofrecer más información de utilidad para el consumidor, aunque ya se sabe que dejará de resolver algunas de las dudas más básicas…
Todo sigue igual. Si la factura que se recibía hasta ahora ya tenía un montón de textos y términos extraños, gráficos de difícil interpretación y montones de cifras aparentemente sin sentido… la próxima tampoco va a aclarar mucho la cosa porque, además, se va a convertir en una auténtica enciclopedia. De tres páginas, fácilmente llegará a las cuatro o más. Tal y como ha explicado Jorge Morales de Labra en Cuatro al día Fin de semana, por más información que se añada en la factura eso no la hace más comprensible. De hecho, lo más probable es que suceda todo lo contrario y se entienda todavía peor que la actual. Incluirá nuevos conceptos como la media del consumo de los vecinos más próximos o datos en detalle de las ayudas. Eso está bien, pero el problema es que suma al montón de cifras que ya existía.
Cierto que la legislación del sector energético es de lo más enrevesada y hay ciertos intereses de que siga siendo así, pero no es menos verdadero que se podría hacer más simple para facilitar la comprensión del consumidor.
Sin embargo, otra vez se olvida de lo que realmente le importa al consumidor. Sin ir más lejos, las condiciones que se tiene contratada. Información fundamental para tomar decisiones. No acaba ahí la cosa. Entre tantas cifras de dudosa utilidad seguirá sin incluir si uno está en el mercado libre o regulado; si el precio es fijo o variable; o cuándo le vence el contrato y la posible penalización. Estos datos no cambian. Por este motivo, se puede decir que en cuestiones clave todo queda igual. Tampoco se aclarará lo del tope al gas y era una oportunidad única para contar sus beneficios. Energía más barata, aunque siga siendo más cara de lo habitual. Empezando por el nombre que, la verdad no ayuda mucho. Parece que tiene que ver con la factura de este otro suministro cuando realmente afecta al de la luz.
Nadie lo entiende, porque además unas veces aparece y otras no. Seguirá aumentando y la mala sensación que tienen muchas personas de este mecanismo cuando la evidencia es clara. Desde el punto de vista técnico está claro que ha contribuido a reducir el precio de la electricidad en España. No acaba ahí la cosa… Seguirá mostrando un comparador de tarifas que no funciona. El problema es que analiza datos que nada tienen que ver porque no incluye la compensación al gas. Algo así, a hacerlo con peras y manzanas para que luego vengan las sorpresas. Así, lo normal es que todas las ofertas sean inferiores, pero no es un dato real. Por cierto, un auténtico jeroglífico que parece que nadie tiene interés en aclarar. Eso sí, esta nueva factura, que se empezará a recibir en las casas a partir de diciembre, tampoco lo hará.