Los sistemas de calefacción más peligrosos (y los que menos)

Baratos y más caros. No todos los sistemas de calefacción son parecidos en precio o eficiencia ni tampoco son igual de peligrosos. Por eso hay que pensar muy bien en cuál es el elegido para entrar en calor sin arruinarse en el intento.

No hay nada más relajante y entretenido que el canal chimenea. Hipnótico. Casi Imposible poder apartar la mirada. ¡Como para pasarse toda la tarde comiendo palomitas calentitas viendo las ondulaciones de las llamas!  Y es que los altos precios de la luz y también del gas están trayendo de nuevo sistemas de calefacción que ya estaban cayendo en el olvido. Sí, por volver han vuelto hasta los braseros de picón y eso tiene sus riesgos. También planchas eléctricas, radiadores de aire, infrarrojos, … Todos tienen ventajas, gasto energético diferente y, por supuesto, algunos riesgos. No acaba aquí la cosa porque hay muchos más aparatos para entrar en calor sin arruinarse en el intento….

Sin olvidarse tampoco de las chimeneas convencionales que suelen estar llenas de recuerdos Ahora, más seguras y baratas. Con cierre y funcionan con biomasa. También más eficientes que con troncos de leña. Los llamados pellets están dando mucho que hablar… Madera prensada con mayor poder calorífico y más económico. Radiadores de butano, los eléctricos de aceite… La lista sería interminable, pero la revolución que ha llegado para quedarse es la aerotermia. Casi idéntico funcionamiento a la bomba de calor, pero en vez de calentar el aire de las casas eleva la temperatura del agua del circuito de calefacción. Confort, seguridad y precio. Sin embargo, no todos los sistemas de climatización son así.

Mientras que en los sistemas de calefacción por combustión los riesgos se concentran en la inhalación de gases y en incendios por contacto accidental, con los eléctricos se reducen a posibles cortocircuitos y dependen de la tecnología.

Como ha explicado Jorge Morales de Labra en La hora de La1, los más peligrosos son los que realizan combustión de una u otra forma con el brasero a la cabeza. ¡Mucho cuidado con todo lo incandescente y que esté ardiendo! Más que nada porque el riesgo es doble. Primero por inhalación. Por una mala combustión puede generarse un exceso de monóxido de carbono llegando incluso a la intoxicación si es respirado. También puede prender accidentalmente cualquier cosa que esté por allí cerca y provocar un incendio. El mas típico de estos incidentes suele ser con la falda de la mesa camilla. Si se saben utilizar pueden ser una alternativa, pero hay que hacerlo con mucha precaución y cuidado. Luego le sigue en la lista de los sistemas de calefacción de los que hay que estar especialmente pendientes, las estufas de butano.

También tienen sus riesgos porque a diferencia de con el gas natural lo que ocurre es que pesa más que el aire. La clave vuelve a estar en la ventilación, pero es diferente la colocación de las rejillas. En el caso del butano siempre en la parte más baja, cerca del suelo, y cuando se usa gas natural todo lo contrario, en la zona más alta casi en el techo. Eso, y sobre todo no taparlas bajo ningún concepto. Cierto, que por ahí suele entrar algo de frío, pero la seguridad debe primar en todos los casos. Después ya vienen las chimeneas convencionales y la verdad es que tienen su encanto. Las más adecuadas, las de cassette que se cierran herméticamente… En cualquier caso, las recomendaciones para todas a las anteriores son las mismas y se puede añadir una más. No dejarlas nunca encendidas sin que haya alguien presente.

A partir de aquí todo lo que ya se puede encontrar en el mercado es eléctrico y eso tiene grandes ventajas incluso a pesar de los altos precios de la luz. Sobre todo, de seguridad. En este sentido todo se va a reducir a que el sistema esté lo más cerrado posible. Es decir, que el circuito esté menos expuesto. Por eso, en orden de peligrosidad el siguiente sería la plancha porque en caso de cortocircuito se estaría más próximo a un contacto directo. Parecido al brasero en aplicación, pero se enchufa. Son dispositivos realmente seguros y lo cierto es que hay un auténtico abismo con los de combustión. Después entre las estufas típicas de los baños y los radiadores de aceite no hay mucha diferencia. Apenas tienen riesgos y finalmente el más seguro de todos siempre es la bomba de calor. Caliente, caliente, … Máximo confort y tranquilidad.