Del país vecino gusta todo y, sobre todo, sus precios incluso para la electricidad. Menos mal que nos queda Portugal porque hay que reconocer que además tiene luz y una energía especial.
El título de los álbumes más populares del pop rock de mediados de los años 80 es la conclusión perfecta para hablar casi 40 años después de la electricidad. Y es que por el camino que va la luz va directo a provocar un Siniestro Total en la economía de familias y también de empresas. De Portugal gusta todo. Desde las playas a las ciudades, pero, sobre todo, sus precios. No solo es cuestión de bacalao, atardeceres, románticas cenas escuchando fados o de generosos vinos de Oporto. Hay mucho más allá de la gastronomía y de los ambientes. Tiene algo especial y ya ha pasado mucho tiempo desde que giraba este vinilo. Tiempos en el que allí se iba comer, a por café y toallas y, por supuesto, a disfrutar. Las favoritas de las abuelas, por cierto, y lo siguen siendo. Sin duda, la energía que desprende es diferente.
No deja de llamar la atención que aun compartiendo el mismo sistema y casi con idéntico precio de mercado, en Portugal apenas se note en los recibos. Al menos no tanto como en España. No llega ni al 5% de incremento en lo que va de año. Así, como ha explicado Jorge Morales de Labra en 120 minutos de Telemadrid hay dos razones que lo justifican. La primera es que al oeste de la Península Ibérica la tarifa oficial doméstica se fija una vez año. No tienen titulares todos los días de si el precio de la electricidad sube, de récords ni de nada de eso. La polémica solo tiene lugar una vez al año, pero también las hay. Además, y en segundo lugar porque las renovables en Portugal tienen un sistema de retribución un poco diferente. Actúan como colchón ante posibles incrementos.
Con los niveles actuales de precios de la luz en Portugal las renovables están teniendo primas negativas. Es decir, devuelven dinero al sistema y contribuyen a contener su escalada.
No son pocas. Al igual que en España suponen ya el 50% de la producción eléctrica total del país y eso es importante. Lo que sucede es que allí tienen garantizada una retribución fija. Siempre cobran lo mismo con independencia del precio de mercado. 90 euros/MWh en todo momento para las renovables de primera generación. Las nuevas son mucho más baratas. Así, cuando es superior a este nivel tienen que devolver al mercado la diferencia. Esto es lo que está pasando ahora. También puede pasar lo contrario. Pues, lo mejor de todo no es esto. Sino que lo hacen de forma automática y sin que haya intervención alguna del Estado. Dan estabilidad a los precios a largo plazo porque en total llegan a ser casi la mitad de la energía total del sistema.
Sencillo, efectivo y sin tocar las reglas de juego del mercado. Si está por encima devuelven parte de sus ingresos y si está por debajo cobran una prima. Pues aquí viene la sorpresa porque lo que casi nadie recuerda es que este sistema ha estado vigente en España hasta hace bien poco. Con un cambio de legislación fue modificado en 2013. Menos de una década y se podría haber evitado en parte algunas de las complicaciones que están originando los altos precios del mercado. Por eso, habría que hacer todos los cambios que fueran necesarios para evitar que este tipo de situaciones se puedan volver a repetir y, sobre todo, hacerlos permanentes. No hay que olvidar que todas las medidas del Plan de choque de la luz son temporales. Solo estarán vigentes durante los próximos 6 meses y luego… menos mal que nos queda Portugal.