Dragon Khan, Kingda Ka, The Smiler, Shambhala, Inferno, Fórmula Rossa, Eejanaika… son los nombres de las montañas rusas más famosas del mundo a las que ahora se puede sumar el precio de la luz por sus constantes subidas y bajadas.

Las montañas rusas son emocionantes. Caras, pero nunca les faltan sensaciones. Las hay que suben a más de 130 metros de altura, que bajan pendientes de 120o y que encima lo hacen a más de 240 km/h. ¡De vértigo! También aceleraciones de 0 a 180 en menos de dos segundos y luego ya están las que dan vueltas sin parar… ¡Hasta 14 inversiones en un minuto pueden no ser aptas para cardiacos! Sea como sea, todas, además de subidas y bajadas, tienen algo en común: la incertidumbre de no saber qué es lo que vendrá tras la siguiente curva. Eso y la sensación de estar siempre en un circuito cerrado. Pues desde que comenzaron los sustos con el precio de la luz algunos son ya los que sienten más o menos lo mismo. Casi igual que en una montaña rusa con subidas y bajadas constantes…

La verdad es que ya empieza a marear un poco la cosa, como ha explicado Jorge Morales de Labra en El programa de Ana Rosa de Telecinco. Ahora lo que toca es subida. De nuevo vuelve hacia arriba y lo peor es que no sabe cuándo va a terminar. Normal que más de uno lo que quiera es bajarse ya. La sensación es como estar dentro de un bucle que gira sin parar. De un circuito cerrado que no tiene fin. Empezó el año en 122 euros por MWh y ya está en el doble. La cuestión es que sigue habiendo una enorme incertidumbre en los mercados energéticos. Récord histórico también para el petróleo con 90 dólares por barril. Algo que no se veía desde el año 2014. Por su parte el gas ha bajado bastante, pero sigue caro. De 200 euros a 75 en menos de un mes.
Bajas temperaturas, mayor demanda, alto precio del gas, tensiones geopolíticas, ausencia de renovables… Causas que combinadas hacen que el precio de la luz se ponga por las nubes o caiga de golpe.
Precio del gas que arrastra al de la luz como si se tratase de los vagones de una montaña rusa. Sin embargo, hay razones que pueden hacerlo bajar a toda velocidad de forma repentina y por sorpresa. Sin ir más lejos, hoy mismo: 222 euros por MWh. 10% menor y más barato que ayer que era de casi 240. Aun así, sigue siendo desproporcionado respecto a la media histórica que es de menos de 45 euros. Por tanto, demasiado elevado, aunque tampoco durará. Es temporal. Mañana vuelve a incrementarse y lo peor es no saber cómo seguirá en los próximos días, pero ¿por qué sube y baja sin parar? Sencillo: cuando sopla el viento o hace sol baja el precio de la luz. Sin embargo, cuando no se dan estas condiciones y además sube la demanda sucede todo lo contrario. Por suerte, el invierno está siendo bastante moderado.

Demanda, consumo estacional, meteorología, … Pues, a todo esto, hay que sumarle todavía una incertidumbre más. La que, en realidad, está trayendo de cabeza a los mercados y haciendo que casi a diario haya variaciones de más del 10% en menos de 24 horas: la escalada de la tensión entre Rusia y Ucrania. Otros factores externos que afectan al precio del gas y también al de la luz. Por cada noticia o simple rumor que se escucha las variaciones pueden ser enormes. Y lo peor es que siempre hay alguna información nueva. Las últimas, este mismo fin de semana. Solo con las filtraciones de que Estados Unidos ya está en conversaciones con empresas energéticas internacionales para cubrir el suministro de Europa en caso de guerra con Rusia, puede incrementarlo o lo contrario según cómo lo interpreten los mercados. Máxima incertidumbre por lo que pueda venir en la próxima curva.