Largo plazo de ejecución, milmillonarias inversiones, peligrosos residuos, … Sea como sea la nuclear no es solución al precio de la luz o al menos de forma inmediata. Llegaría demasiado tarde.
¿Energía verde o gris? El alto precio de la luz ha hecho que se vuelva a hablar de nucleares. Si hace unos meses estas centrales querían cerrar anticipadamente porque ya no les salían las cuentas ahora se quieren construir más. Curioso, por lo menos. Hay quien ve esta tecnología como la solución para abaratar los recibos, pero no es tan inmediato ni sencillo como parece. El problema es que no hay quien quiera hacer la milmillonaria inversión que suponen. Bueno, en realidad, hay algunos más, como ha recordado Jorge Morales de Labra en El programa de Ana Rosa de Telecinco. Ni siquiera es una solución a largo plazo. En este momento, hay tres centrales nucleares en construcción en Europa. No una ni dos, sino tres y todas tiene muchos problemas para poderlas poner en marcha.
En principio, se habla de un plazo de ejecución de 10 años. Sin embargo, al final siempre las cosas se complican más de lo deseado. Pueden llegar a tardar en ponerse en marcha más de 25 años y eso es un cuarto de siglo. Y eso solo para empezar… Así que si alguien tomara hoy la decisión de construir una nueva central nuclear no se podría sentir su efecto en el recibo de la luz hasta por lo menos dentro de una década. Demasiado tiempo porque la que importa siempre es la factura del próximo mes y más con el actual precio de la luz. Primera dificultad, pero no es la única. Además, afecta, sobre todo, a la tecnología nuclear. No tanto al gas. Las centrales de ciclo combinado pueden estar listas en mucho menos tiempo. 4 o 5 años sería suficientes.
Con el sistema marginalista nadie está a salvo de la crisis energética ni siquiera la apuesta por la energía nuclear en Francia, aunque represente el 80% de toda su generación. Tampoco en España.
Las otras no y no se puede esperar al año 2040 como mínimo para poder utilizar su energía. Más que nada porque para esa fecha hay otras alternativas mucho más realistas y sostenibles. Para dentro de 17 años al ritmo que se lleva de implantación de energías renovables, fundamentalmente de solar y eólica, se podrá sustituir de sobra toda la nuclear. Así, no solo no será necesario construir más sino todo lo contrario. Se podrán cerrar los 7 reactores que hay ahora mismo en funcionamiento. Aún hay más…Porque también falla. Muchos piensan que mientras se le compra a Francia y listo, pero no es realmente así. Lo que ocurre ahora mismo con el intercambio de energía es que España tiene lo que se llama una interconexión débil. No solo con el país vecino sino con todo el resto de Europa.
Efectivamente hay ocasiones en el que se importa energía, pero es menos habitual de lo que se piensa. Depende del año y de la estación. Justo ahora pasa todo lo contrario. España es quien está exportando porque al otro lado de los Pirineos están teniendo muchos problemas con los reactores nucleares. En este momento tienen uno de cada tres parados. Mucho más grave de lo que parece. De hecho, hace tan solo unos días el operador del sistema eléctrico francés lanzó una advertencia. Que si viene una ola de frío o deja de soplar el viento habría problemas de suministro. Importante, los habrá si se produce una de estas dos circunstancias y no las dos a la vez. Lo que irremediablemente llevaría a cortes o restricciones en el servicio. Lógicamente primero siempre a los consumidores industriales. Es decir, no siempre tiene energía de sobra.
Evidentemente la nuclear normalmente aporta una gran estabilidad. Siempre produce sin parar la misma cantidad de energía. A piñón fijo y eso se nota mucho cuando se deja de consumir. Los fines de semana, por ejemplo, cuando disminuye la demanda industrial. Sábados y domingos Francia suele exportarla en grandes cantidades a toda Europa porque no la necesitan y se nota en el precio. Y todo esto sin tener en cuenta el problema de los residuos. El más peligroso de todos. Siempre se dice que no es para tanto. Que todos los generados en España a lo largo de su historia se podrían almacenar en un cubo de 13 metros por cada lado. Eso tiene una trampa. ¿Quién querría vivir al lado de un edificio de 4 plantas igual de ancho y profundo que de alto potencialmente radioactivo durante los próximos 10.000 años?