Pobreza energética en España: ¿Por qué no se reduce?
La pobreza energética en España sigue afectando a miles de familias en España que, cada mes, enfrentan dificultades para pagar luz y gas, a pesar de los avances en energías renovables y de las medidas puestas en marcha tras la guerra en Ucrania.
La cosa está complicada. Existe una situación que cada vez se produce con más frecuencia. Sobre todo, en los últimos años. Recientemente un estudio ha determinado que 1 de cada 10 españoles no pudieron pagar a tiempo, durante el año pasado, las facturas de energía. Es decir, las de luz y gas. Y es que no se llega a fin de mes. Es una cuestión tan simple como eso y no se puede hacer en tiempo y forma. Estos son los datos de un estudio de la Universidad Pontificia de Comillas que analiza cómo están los niveles de pobreza energética en España. Además, el 12,5% cuentan que han tenido alguna dificultad para pagar esas facturas. Aún hay más… de este informe también se desprende que el 17% de los encuestados asegura que en el año 2023 podría haber ahorrado un poco más si no se hubieran malgastado los recursos.
Detrás de todo esto está la pobreza energética. No es que se haya incrementado en los últimos meses, pero tampoco es que haya bajado. Se mantiene y eso a pesar de todas las medidas y ayudas que se habían puesto en marcha, como la ampliación del bono social.
Pobreza energética en España: ¿Por qué no se reduce? – 120 minutos de Telemadrid (24 de octubre de 2024).
Un país con recursos propios: la paradoja energética de España
Lo más curioso es que es paradójico que un país desarrollado y con un montón de energía propia se encuentre en esta situación. Hay que recordar que, por primera vez, en 2023 se ha superado el hito de tener más de la mitad de la electricidad producida con fuentes renovables y cada vez más… Por tanto, la pobreza energética debería estar en vías de extinción. Sin embargo, tras la crisis energética producida tras la guerra de Ucrania ha ido en aumento y no se consigue rebajar el número de personas que no pueden hacer frente a los recibos o bien que tienen que hacer un gran esfuerzo para pagar la factura de la luz. Algo que si se piensa bien es una barbaridad y más teniendo en cuenta las ayudas precisamente que se han puesto en marcha.
El problema del bono social eléctrico y otras medidas
Entre las que se encuentra el aumento del bono social que desde entonces llega al 70% del recibo de la luz para aquellos colectivos que no puedan o tengan dificultades para pagarlo. Sin embargo, no todos los que las tienen pueden acceder a esta ayuda. Ahí está el problema y eso sin contar con que hay otros que sin límite de renta pueden disfrutarlo. No tiene sentido. Este es claramente el caso de las familias numerosas. Injusto que haya familias que con unos ingresos que les permiten afrontar sin problemas las facturas se le paguen entre el resto de consumidores. Es un concepto que aparece en todos los recibos sin excepción. Por tanto, existe un problema de adecuación de cómo llegan esas ayudas a la gente que de verdad las necesita.
Pobreza energética en España: ¿Por qué no se reduce? – 120 minutos de Telemadrid (24 de octubre de 2024).
Fraudes y desinformación: otro obstáculo para los consumidores
Además de la mala distribución de las ayudas, los consumidores enfrentan otro problema: el engaño y la desinformación. Especialmente los más mayores son blanco de llamadas telefónicas en las que se les ofrece cambiar de compañía de luz o gas con supuestos descuentos que, en realidad, incrementan sus costes. A veces hasta el doble. Este tipo de estafas generan aún más dificultades para aquellos que ya tienen problemas para pagar sus facturas. Por este motivo se ha propuesto prohibir este tipo de contrataciones telefónicas. Se recomienda a los consumidores evitar realizar contratos de suministro por teléfono y, en cambio, solicitar que las ofertas sean enviadas por escrito, un paso que muchas empresas de dudosa ética evitan. La medida busca proteger a los consumidores y evitar que acepten condiciones perjudiciales.