Rebajas fiscales, retirada de beneficios, protección a vulnerables, … y ahora surge una nueva propuesta para tratar de controlar el precio del gas y de la luz: compra conjunta de energía.
Misión casi imposible la de tratar de controlar el precio de la energía. Ya se ha intentado casi de todo: rebaja de impuestos tanto a consumidores como a la generación, protección a los más vulnerables, retirada de parte de los beneficios caídos del cielo a las eléctricas… Y el efecto de las propias medidas lo van neutralizando las continuas subidas del precio de la luz en el mercado mayorista. Tanta es la preocupación que el Gobierno ha lanzado un debate a nivel internacional sobre la escalada del gas y también de la electricidad. La intención es solicitar medidas conjuntas en el Consejo Europeo que se celebrará a finales de octubre y atenuar así sus consecuencias. Desde aquí, poco más se puede hacer y se necesitan acciones contundentes. Christine Lagarde, presidenta del BCE, también se ha pronunciado en este sentido.
Defiende la compra coordinada y conjunta de energía en la UE para abaratar precios. No es algo tan novedoso. Recientemente se ha hecho con la vacunación por la pandemia y el resultado ha sido positivo. Todos los países de la Unión Europea tienen más peso y poder de negociación que cada uno por separado. Ese es uno de los fundamentos en los que se basa y en circunstancias excepcionales puede ser la solución. Lo que pasa es que, como ha comentado Jorge Morales de Labra en Julia en la Onda de Onda Cero, la propuesta ya llegaría tarde. El problema del precio de la luz comenzó con el gas y sigue estando ahí. En el mercado TTF del Norte de Europa lo normal es que cotice entre 145 y 20 euros MWh. En septiembre de este mismo año, hace 30 días, ya estaba en 50 y deja de aumentar.
Vidas paralelas. Para explicar la evolución del precio de la luz en los últimos meses hay que fijarse en el del gas y en el de las emisiones de CO2 que crecen al mismo ritmo. Solo así se puede entender.
Es decir, en tan solo seis meses ha subido más de 30 euros y ha multiplicado por tres su valor. Llegar a los 50 era algo nunca antes visto. Auténtica barbaridad y no acaba ahí la cosa. En el último mes ha subido esa misma cantidad y ha llegado a los 83. Pues por cada euro que sube el precio del MWh de gas, la luz lo hace en dos. Solo hay que echar cuentas para darse cuenta de si la electricidad antes costaba unos 50 euros/MWh ahora está ya por encima de los 200. Todo está relacionado como la pescadilla que se muerde la cola. El aumento se debe exclusivamente al gas y eso es igual en todos los países del mundo. La diferencia es que en Europa se utiliza sobre todo en invierno para la calefacción y es la razón por la que llega tarde la compra conjunta.
Ahora mismo los depósitos de gas están bajo mínimos. Lo normal es aprovechar el verano para llenarlos. Tendrían que estar ya llenos. No falta mucho para que llegue el frío y hay problemas de abastecimiento al que se suma el alto precio y otros contratiempos. Parte importante del gas se transporta en barcos y son un poco los piratas del s.XXI. Así, se puede tener contratado un barco que venga al puerto del Barcelona desde Trinidad y Tobago que si en el transcurso del viaje recibe una oferta mayor en el Índico… No se lo piensa dos veces, cambia el rumbo y adiós muy buenas. Rompe cualquier contrato que tuviera firmado y aquí no ha pasado nada. Difícil solución la del precio del gas y la luz en estos momentos ni siquiera con una compra conjunta, pero interesante para el invierno que viene. Ya es tarde…
