Sin saber el motivo ya son miles las familias a las que no les llega la factura de la luz desde hace meses y la preocupación es grande, ¿qué hacer cuando luego se reciban todas de golpe?
El sueño de más de uno. Al precio que está la luz es mejor incluso que acertar cuatro números de la Primitiva en un día bueno. De los que hay bote. No hay ni un caso ni dos, pueden ser miles las personas que desde hace meses no reciben la factura de la luz ni tampoco se la cobran. En la mayoría de los casos desde el 1 de junio, pero puede ser también desde antes. No hay que celebrarlo todavía porque los recibos más tarde o más temprano acabaran llegando. Así, como ha contado Jorge Morales de Labra en La Mañana de Andalucía de Canal Sur Radio, la clave para entender lo que está pasando está precisamente en esa fecha. Todo tiene su origen en el cambio tarifario de principios del verano. Lo de los tres tramos horarios…
El retraso en la facturación no es por capricho de las comercializadoras. Sencillamente no pueden hacerlo porque no han recibido la información necesaria de las distribuidoras.
Punta, llano, valle y todo aquello de planchar de madrugada de lo que tanto se ha hablado y que también ha dado lugar a uno de los recibos más complejos de la historia. Desde hace 20 años no se producía una reforma tan grande en el sector y es normal que vayan surgiendo problemas. Casi 4 meses después continúan las dificultades de algunas compañías distribuidoras para leer los datos. Es decir, las compañías propietarias de los cables y los contadores no están pudiendo aportar las lecturas del consumo a las comercializadoras para poder facturar a los consumidores. No es que no quieran cobrarles. Son las primeras interesadas en hacerlo es solo que no disponen de la información suficiente como para hacerlo correctamente. Hay un problema de base que ya se ha puesto en conocimiento de la CNMC.
Para poder facturar correctamente, las distribuidoras intercambian con las comercializadoras unos ficheros con todos los datos y ahí están pasando cosas rarísimas. Así, hay facturas que se emiten mal. Entonces luego hay que hacer un abono, pero solo por unos días y no por el periodo de facturación completo quedando una parte del recibo sin pagar. Otras veces el contador en vez de haberse reprogramado el día 1 de junio se hizo una semana después y eso también tiene consecuencias. Una primera lectura con las medidas antiguas y que además están estimadas … El lío es enorme y estos son tan solo dos ejemplos y no precisamente de los más complicados. Hay muchos más. Tantos que es casi imposible saber el número de afectados. Hay miles confirmados, pero nadie podría decir con rotundidad si podrían llegar a ser millones.
Muy importante. Es obligatorio que luego las empresas comercializadoras repercutan todos esos recibos retrasados en tantos meses como los que ha durado el propio retraso.
Al final, las facturas llegarán seguro. Desde junio hasta ahora. Las eléctricas no suelen perdonar ni una, pero lo que hay que saber es que luego no hay que pagarlas todas de golpe. Menos mal porque sería un importe inasumible para muchas familias. Es obligatorio que luego las empresas comercializadoras repercutan todos esos recibos en tantos meses como los que ha durado el propio retraso. Es decir, si a alguien le han dejado de facturar durante todo un trimestre no hay que abonarlas todas de una vez: junio, julio, agosto y, además, la de septiembre. Por tanto, ahora tendrán otros tres meses para hacerlo algo más cómodamente. Eso sí, lo que se debe hacer es reclamar y ponerlo siempre en conocimiento de la comercializadora.
