Turrones, polvorones, mazapanes, roscones de reyes, bombones … pues siguiendo estos consejos lo que menos engordará durante toda la Navidad será el recibo de la luz.
Y eso tan solo son los postres porque la Navidad huele muy bien y sabe aún mejor. Asados de cordero y cochinillo, besugos al horno, cardo con bechamel, pulardas y pavos rellenos, bacalao con coliflor, escudella i carn d’olla, … y eso sin mencionar ni mariscos ni ibéricos. Tradicionales recetas tan brillantes como las propias luces de los adornos navideños. No deben faltar en ninguna casa. Lo malo es que también pueden engordar. Pasa hasta con el recibo de la luz. La cosa está complicada. España es el segundo país de toda Europa en el que más ha subido en los últimos 10 años y ya es el quinto en el que más se paga. Por eso ha estado Jorge Morales en El programa de Ana Rosa con pequeños trucos y grandes consejos para que lo único que no cambie de talla estas Fiestas sea la factura de la electricidad.
Casi nada. El coste de tener un árbol de Navidad encendido, si está decorado con luces LED, es de menos de 10 céntimos por guirnalda desde hoy y hasta el día de Reyes.
Pues tampoco hay Navidad sin árbol, estrella, guirnaldas o luces LED. El ahorro energético en la decoración es muy sencillo si cuentan con esta tecnología. Lo mejor para saberlo, acercar la mano y si no queman ni emiten calor ya se tienen las más adecuadas. Consumen hasta 7 veces menos. Mucho más eficientes y eso es una barbaridad. Así que lo que hay que ir haciendo ya mismo es cambiar todas las bombillas de la casa y no solo las de los adornos navideños. Se amortizan en menos de seis meses. De hecho, se hace en 60 días. No hay que esperar a que se rompan para cambiarlas. Así que no pasa nada por poner unas cuantas guirnaldas. Eso sí, hay que tener en cuenta ciertas medidas de seguridad: alejarlas de fuentes de calor o no dejarlas encendidas al irse a dormir, salvo en Nochebuena o la noche de Reyes.
Por eso, en Navidad, igual que durante el resto del año, el mayor consumo eléctrico se concentra en las cocinas y no en los salones por mucha decoración que se ponga. Se está despierto hasta más tarde menos la noche de Reyes. Esa hay que acostarse temprano. Se cocina y se usa el lavavajillas muchas más veces. También se nota en la calefacción. Más horas encendidas y mucho se podría hablar de temperatura confort. Cenas familiares en mangas de camisa y en pleno diciembre a casi 40 grados. Salas de estar convertidas en auténticos hornos en los que literalmente asar invitados. Algo que solo debería pasar en la cocina con besugos, pavos, corderos y cochinillos. Pues se pueden cocinar tranquilamente porque tampoco es el electrodoméstico que más consume de toda la casa. Ese sigue siendo el frigorífico y ahí lo fundamental es la etiqueta de eficiencia energética.
El frigorífico es el electrodoméstico que más consume de toda la casa y por cada grado de más que se quieran enfriar los alimentos su factura se incrementará un 7%.
Hay que fijarse bien al comprarlo para que sea de clase A. La que es de color verde y si tiene tres símbolos +, mejor que mejor. Más eficiente y mayor ahorro. Gastan hasta 10 veces menos que los modelos más antiguos. De 200 euros al año solo por tenerlos enchufados a tan solo 20. Demasiada diferencia para no incluir uno nuevo en la carta a los Reyes Magos. A la larga compensa. Importante también la temperatura. A 6º grados es más que suficiente, sobre todo en invierno. Para el congelador más de lo mismo. -16º ya está muy bien para que se conserven correctamente los alimentos. Eso, y no abrir y cerrar la puerta todo el tiempo. Los españoles somos los europeos que más veces al día curioseamos su interior. Casi el doble y puede ser aún peor en Navidad. Solo así, recibos de la luz que no engordan.