¿Cómo afectarán los aranceles al coche eléctrico?
No es ningún secreto. Europa ha anunciado aranceles severos a todos los coches eléctricos que vengan de China. Es decir, impuestos extraordinarios para hacerlos menos competitivos. Está claro, lo hacen para proteger la industria automovilística local que por diferentes motivos es más cara. Sin embargo, hay muchas opciones para sortearlos. La más sencilla es construirlos en el viejo continente y ya está. ¡Problema resuelto! Así, además, se le da la vuelta a la situación. China que hasta ahora había sido la fábrica del mundo podría internacionalizar la producción. También tiene otras consecuencias negativas. La cuestión es que ahora mismo los coches eléctricos estaban convergiendo a un precio muy razonable. No tan baratos como los de combustión, pero casi. Tanto que, en muchos casos, más allá de implicaciones medioambientales, hacía que fueran más rentables que los de combustión a medio plazo. Aumentaban y mucho su rentabilidad.
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El pasado 12 de junio la CE comunicó su intención de imponer un arancel suplementario de hasta el 38,1% a la importación de vehículos eléctricos por considerar que la subvención de sus baterías daña a los productores europeos.
Consecuencias de la imposición de aranceles al coche eléctrico chino
La clave es que los coches eléctricos chinos son muchísimo más baratos que los europeos o los americanos. Luego se podría hablar largo y tendido sobre los motivos: mano de obra barata, subvenciones estatales a la fabricación de las baterías, pero lo cierto es que están acaparando las ventas en todo el mundo. Se están llevado la mayor parte del mercado porque no solo se trata de ensamblarlos en una línea de montaje, sino que la clave está precisamente en las baterías. Pueden llegar a suponer fácilmente hasta el 40% del valor total del vehículo. Proteger la industria de la Unión Europea está muy bien, y más teniendo en cuenta que solo en España 1 de cada 10 puestos de trabajo están directamente relacionados con el sector de la automoción. Sin embargo, puede acarrear algunas consecuencias.
De este modo, los alemanes, los franceses y, por supuesto, los españoles seguirán protegiendo a la industria del automóvil de sus países. Solo en España el 10% de los puestos de trabajo están relacionados de alguna manera con este sector.
La solución alternativa a los aranceles al coche eléctrico chino
No solo se trata de una cuestión económica. Además, como ha destacado Jorge Morales de Labra en Julia en la onda de Onda Cero, está en juego algo tan importante como el cambio climático y la contaminación ambiental. Por eso este juego de los aranceles de la Comisión Europea puede acabar siendo peligroso. Sin duda, subir los impuestos y los costes a la importación de vehículos haría subir los precios. Por tanto, sería mucho más lógico y coherente imponer otros que estén más relacionados con aspectos como los derechos humanos o las emisiones de CO2 en frontera. Es decir, gravar también a todos los que vengan de fuera, pero por el hecho de que hayan sido construidos sin un mínimo respeto por las condiciones laborales y sociales de los trabajadores o por el medioambiente. Mucho mejor que un simple arancel comercial.
