¿Apagar la calefacción o dejarla siempre encendida?
La respuesta que calienta hogares y enfría mitos. Este invierno, hay que evitar que el calor se escape junto con el dinero. Termostatos inteligentes, inercia térmica y otras eternas dudas que se repiten en el tiempo como… ¿Apagar la calefacción o dejarla siempre encendida?
A la hora de poner la calefacción lo importante es calentar todo menos las cabezas buscando la forma de ahorrar energía… Y es que cuando llega el frío, la relación que se mantiene con la calefacción se puede convertir en un tira y afloja (enciende y apaga) digno de las mejores novelas dramáticas… Todo el mundo quiere lo mismo. Es decir, calorcito, pero sin que se llegue a derretir la cuenta bancaria. Entonces es cuando surgen las dudas… ¿Cuánto tiempo se debe dejar conectada? ¿De verdad merece la pena sellar todas las rendijas de las ventanas con burletes o acabaremos con la casa convertida en un invernadero tropical? ¿Y qué hay de esos trucos virales como poner papel de aluminio detrás de los radiadores? ¿Se ahorra energía ose está construyendo una nave espacial? ¿Realmente ayuda usar un jersey tan feo como el del cuñado en la cena de Navidad?
La principal duda sobre el uso de la calefacción
Y si se habla de cuñados y de la cena de Navidad ahí es precisamente donde casi siempre surge la misma pregunta… ¿Es mejor a máxima potencia durante una hora o a baja temperatura todo el día? Importante esta cuestión porque es uno de los bulos más extendidos sobre el uso de la calefacción. Se puede demostrar de muchas formas. Incluso hay ecuaciones que lo demuestran y aun así esta discusión se mantiene en todas las sobremesas de las comidas familiares. No solo se mantiene el debate sobre la mesa, sino que, lo peor de todo, es que sigue ganando la versión que no es cierta. Fundamental lo de las ecuaciones porque se trata de una cuestión puramente matemática. La ciencia es tan básica para determinarlo como pulsar el botón de encendido del termostato que activa la calefacción.
Da igual el tiempo que se esté fuera de casa, como si son solo los 5 minutos que se tarda en bajar a comprar el pan. Siempre y en todos los casos merece la pena apagar la calefacción. La ciencia no engaña porque en caso contrario lo que literalmente se está haciendo es calentar los muebles.
¡Esto tiene que quedar claro antes de ir a cualquier reunión familiar en Navidad o en cualquier época del año! Igual que dejar puesto el aire acondicionado es enfriarlos. Lo que sucede es que ese siempre es incómodo. Porque si uno baja a por el pan y luego se olvida volver a conectarla… Pasa lo que pasa. Tampoco se trata de eso porque más bien es una cuestión práctica. Para esos periodos de tiempo se puede hacer la vista gorda. Especialmente se nota con aquellas personas que se pasan fuera de casa la mayor parte del día. Estudiantes o trabajadores cuyo hogar está deshabitado durante 8 o 10 horas diarias. Para todos ellos, el mejor regalo que pueden recibir esta Navidad de parte de los Reyes Magos es un termostato inteligente. O al menos programable para que se encienda automáticamente cuando se vaya a llegar a casa.
Calefacción y concepto de inercia térmica
Tampoco tiene que ser justo en el momento en el que se entre por la puerta. ¡A todo el mundo le gusta que esté ya calentinta! El motivo es que aquí entra en juego otro concepto fundamental como es el de inercia térmica. Cada casa tiene la suyo y sus propietarios la deben conocer. Es el tiempo que pasa desde que se pusa el botón de encendido de la calefacción hasta que se alcanza la temperatura deseada. Además, depende de numerosos factores entre los que destacan el frío exterior y, sobre todo, el aislamiento. Sea como sea, hay viviendas que se calientan en tan solo unos minutos y otras que tardan horas. Así, si se va a volver a las 6 de la tarde y se necesita dos horas pues la pone a las 4 y cuando llegue estará confortable. Eso sí, lo que no hay que hacer nunca es dejarla puesta desde las 7 de la mañana.