El coste del stand by durante las vacaciones de verano
Una de las mayores sorpresas de las vacaciones suele llegar meses después. Cuando se recibe la factura de la luz del tiempo que se ha estado fuera de casa y sigue incluyendo una parte importante del consumo. Este es el coste del stand by durante el verano.
Antes de ir de vacaciones los gastos siempre están más o menos claros. Los billetes de avión o el transporte hasta el destino; la reserva de hotel o el apartamento en la playa; o las comidas en el chiringuito y las cenas en la terraza. También las entradas a atracciones como parques temáticos o acuáticos; los bañadores y la ropa de temporada y un poco más para algunos extras como las compras en los mercadillos o un helado para el paseo de la tarde. Todo suele estar perfectamente calculado. Sin embargo, con lo que nunca se cuenta es con los gastos que sigue teniendo el domicilio habitual, aunque no se esté en casa ni se utilice el aire acondicionado.
Y es que, cuando finalmente llegan las vacaciones de verano, lo último en lo que se quiere pensar es en el gasto de electricidad en casa. Con maletas hechas y planes emocionantes por delante, la mayoría de las personas asume que al apagar las luces y cerrar la puerta, el consumo eléctrico se reduce al mínimo. ¡Cuidado porque la realidad es otra bien distinta! Incluso cuando se está a cientos o miles de kilómetros de distancia los electrodomésticos y los dispositivos electrónicos siguen consumiendo electricidad. Algo que se traduce en un aumento inesperado en la factura de la luz. La sorpresa que nadie espera es cuando llega la factura de la luz del verano.
Consumo vampiro y el coste del stand by en las facturas de los meses de verano
El consumo vampiro se refiere a la energía que utilizan los electrodomésticos y dispositivos electrónicos cuando están apagados, pero aún conectados. A menudo, estos aparatos se quedan en modo stand by, consumiendo pequeñas cantidades de energía, que sumadas pueden representar un gasto considerable a lo largo del tiempo.
El coste del stand by durante las vacaciones de verano (27 de septiembre de 2024).
No es poca cosa. Lo más sorprendente es que este consumo fantasma puede llegar a representar entre el 5% y el 10% de la electricidad total utilizada en los hogares. Poco a poco va sumando y al final supone un gasto adicional de hasta 150 € al año. Por eso, durante las vacaciones, dejando electrodomésticos conectados sin necesidad, se puede regresar no solo con recuerdos de la playa o la montaña, sino también con una desagradable sorpresa en la factura de la luz. Pero ¿cómo es posible que estos dispositivos, aparentemente inactivos, sigan consumiendo energía? La respuesta está en las funciones modernas que muchos de ellos ofrecen, como la conectividad a internet, las actualizaciones automáticas o la posibilidad de encenderse rápidamente. Aunque útiles en el día a día, estas pueden generar un gasto innecesario mientras no se está en casa.
La Comisión Europea estima que los electrodomésticos en modo stand by en la Unión Europea consumen alrededor de 100 TWh de electricidad al año, lo que equivale aproximadamente al 6% del consumo eléctrico total de los hogares en Europa. Este gasto innecesario se traduce en más de 19.000 millones de euros anuales.
Los electrodomésticos que más consumen en modo stand by en vacaciones
#1. Televisores (LED, OLED, Smart TV): Los televisores modernos, especialmente los Smart TV, permanecen conectados a la red y a Internet para recibir actualizaciones y para acceder a las diferentes aplicaciones. Además, la función de encendido rápido también contribuye al consumo constante. Entre 5 y 10 W puede no parecer mucho, pero pueden ser 5 euros todo el año.
#2. Decodificadores de televisión: Cada vez menos frecuentes, pero con los decodificadores de TV por cable o por satélite sucede un poco lo mismo. También necesitan estar conectados de forma continua para recibir actualizaciones y programaciones, incluso cuando no se están utilizando activamente. El coste anual estimado es de hasta 30 euros.
#3. Cargadores de móviles y portátiles: Quizá sean de los dispositivos con un menor consumo energético, pero el problema es otro. En los hogares hay muchos conectados simultáneamente. De hecho, cada vez más y poco a poco van produciendo un gasto estimado de 2 euros por cada unidad, aunque no estén enchufados a ningún dispositivo.
El coste del stand by durante las vacaciones de verano (27 de septiembre de 2024).
#4. Consolas de videojuegos: También muy habituales en todos los hogares y del mismo modo que los televisores o los decodificadores se mantienen siempre a baja potencia para recibir actualizaciones o encenderse más rápidamente con solo pulsar un botón en el mando. Mejoran la experiencia de usuario, pero esto tiene un coste estimado de 5 euros al año.
#5. Microondas: Más curioso es el caso del microondas. Sorprendente porque al estar en la cocina suele pasar más desapercibido. ¡Hasta 7 euros anuales solo por mantener funciones como el reloj o el panel de control listo para usar! Hay muchos más como por ejemplo los ordenadores y sus monitores o el router que es uno de los que más energía consumen, aunque no se use.
Cómo reducir el consumo vampiro en verano
Así, unos cuantos euros de aquí y otros de allí hacen que la factura de la luz mientras se está de vacaciones vaya engordando poco a poco. Afortunadamente hay algunas soluciones para reducir su impacto en el recibo. El primero es el más lógico. Antes de salir de casa desenchufar todos los dispositivos que sea posible. Desconectar el frigorífico suele ser complicado, pero siempre se puede ajustar un poco. Es incómodo, pero proporciona un gran ahorro. La forma más fácil de hacerlo es usando regletas con interruptor. Eliminan el consumo vampiro eficientemente. Y si se habla de eficiencia lo mejor es utilizar siempre electrodomésticos de alta calificación energética que tienen un consumo muy reducido en stand by. Y, sobre todo, apagar el router si no están vinculados a cámaras, alarmas u otros elementos de domótica.