Los costes ocultos de las nucleares para mantenerlas en funcionamiento
No es tan sencillo como decir sí o no. Los costes ocultos de las nucleares van más allá del funcionamiento: su desmantelamiento y los residuos suponen un gasto enorme que afecta a todos los ciudadanos. ¿Quién pagará realmente la factura?
El debate sobre la energía nuclear nunca desaparece. Siempre está ahí y más en estos tiempos en los que la electricidad se ha convertido en un recurso esencial y cada vez más demandado. Vuelve con más fuerza porque, si al final no se puede depender continuamente del precio del gas en los mercados internacionales debido a los conflictos geopolíticos, pero a la vez se avanza hacia un futuro más electrificado, donde la movilidad y la calefacción se quiere que sean 100% eléctricas, ¿es sostenible seguir descartando la energía nuclear?
Los costes ocultos de las nucleares para mantenerlas en funcionamiento – 120 minutos de Telemadrid (27 de febrero de 2025).
En España, siempre ha sido un tema espinoso. Se ha renunciado en gran medida a las nucleares, a diferencia de otros países como Francia. Al otro lado de los Pirineos han optado por reforzar sus infraestructuras nucleares. En este momento, la cuestión afecta directamente al Gobierno de Madrid, ya que una parte significativa de la energía que se consume proviene de la central de Almaraz, cuyo proceso de cierre sigue en marcha. Sin embargo, el presidente de Iberdrola ha lanzado un mensaje claro: quizá se debería reconsiderar este plan de cierre y desmantelamiento.
El verdadero precio de la energía nuclear: ¿quién asume el coste del cierre?
Más allá de nucleares sí o nucleares no… el debate sobre este tipo de energía en España está altamente politizado, pero pocas veces se habla del coste real que supone. Ahora mismo, las eléctricas han propuesto al Gobierno que, si se reducen los impuestos a las nucleares, seguirán produciendo electricidad sin problemas. Eso, pese a que hace más de cinco años se acordó el cierre de estas instalaciones. La justificación de esta petición es que así se mantendrían los recibos de la luz más bajos, pero esta propuesta tiene truco.
El Gobierno, por su parte, sostiene que las eléctricas pueden hacer lo que consideren oportuno, pero sin tocar los impuestos. La razón es que las centrales nucleares tienen un alto coste de desmantelamiento, y estos gastos están socializados. Es decir, los asumen en sus recibos todos los consumidores. A diferencia de otros impuestos generales, los específicos sobre la energía nuclear no van destinados a servicios públicos como la sanidad, la educación o la construcción de carreteras, sino a la creación de un fondo que servirá para financiar su desmantelamiento cuando dejen de estar operativas.
Alemania y el problema a largo plazo de los residuos nucleares
El caso de Alemania es un claro ejemplo de los problemas que conlleva. Es el primer país que ha cerrado sus centrales y ha comprobado que el fondo previsto para el desmantelamiento es completamente insuficiente. Se han necesitado cientos de miles de millones de euros más de lo que se había calculado inicialmente. En España, la ley establece que cuando una central nuclear deja de operar, deja de ser propiedad de las compañías eléctricas y pasa a ser un problema de todos los ciudadanos, que asumen el coste total del desmantelamiento.
Los costes ocultos de las nucleares para mantenerlas en funcionamiento – 120 minutos de Telemadrid (27 de febrero de 2025).
A esta incertidumbre económica se suma el problema de los residuos nucleares. Hoy en día, no se ha definido con claridad un lugar definitivo para su almacenamiento. Las soluciones actuales son temporales, con un horizonte de 100 años. Puede parecer mucho tiempo, pero es una cifra insignificante si se compara con las decenas de miles de años en los que estos residuos seguirán siendo peligrosos. No hablamos de 100, sino de más de 10.000 años. ¿Cuál es el coste real de mantenerlos bajo custodia durante todo ese tiempo? Nadie lo sabe con certeza, y actualmente no hay forma de calcularlo.
Centrales nucleares: ¿Un alivio en la factura o una deuda a futuro?
Por todos estos motivos, el debate sobre la energía nuclear es complejo y no tiene una respuesta sencilla. Sin embargo, si las eléctricas plantean seguir operando las centrales nucleares a cambio de una reducción de impuestos, la única forma en que esto podría ser viable es que asuman los costes de desmantelamiento en su totalidad. Lo que no es aceptable es que las compañías sigan obteniendo beneficios mientras las centrales están operativas y, cuando llegue el momento del cierre, sean los ciudadanos quienes paguen la factura. Esta es la parte de toda esta cuestión que aún no se está explicando con claridad. No es tan sencillo como decir nucleares, sí o no.