Pero no es solo cosa de gobiernos, administraciones públicas y grandes empresas, depende de todos con pequeños gestos que mejoren la sostenibilidad y la eficiencia.
Ahora es más importante que nunca hacer los deberes y que estén bien hechos. Durante el último año se ha acumulado la tarea y ya no basta con entregarla a tiempo. Se acabó lo de realizarla a última hora, la noche antes y, de cualquier manera. Como siempre, tarde y mal. El typical spanish que ya es famoso en todo el mundo. Hay mucho en juego. Demasiado. Los exámenes parciales cuentan para la nota media y más si se quiere estar a la altura del resto de Europa. Buenas noticias, aún no es demasiado tarde… Eso, claro, si de lo que se habla es de eficiencia energética. Sí, España consume más energía para hacer lo mismo que otros países de la Unión Europea. Suspenso parcial, ni aprobado por los pelos. Aun así, toda una oportunidad para la economía en tiempos de COVID-19 . Sin duda, necesita mejorar.
Toca recuperar y ser más eficientes, pero sin hacer horas extra. Es decir, de lo que se trata es de consumir menos energía para hacer exactamente lo mismo. Sencillo, efectivo y no es solo cosa de gobiernos, administraciones públicas y grandes empresas. Promoción de modelos de turismo sostenible, carácter diferencial en los servicios, reducción de combustibles fósiles y más digitalización para mejorar los procesos. Hay mucho más. Por supuesto, deben ser quienes muestren el camino, pero no deben recorrerlo solos. Depende de todos y no hay que ir muy lejos para darse cuenta de la importancia. Solo hay que ver la etiqueta de eficiencia energética del frigorífico. Cuánto más verde conseguirá enfriar más la comida con menos electricidad. Pues, así con todo. Consumir menos recursos con pequeños gestos para progresar adecuadamente como ha explicado Jorge Morales de Labra en Hoy por Hoy Madrid.
Es hora de aplicarlo en todos los ámbitos… Durante la crisis del COVID-19 muchas empresas han comprobado que es posible teletrabajar sin pérdida de eficiencia reduciendo la movilidad de sus trabajadores.
Brainstorming para subir nota. Empezando por el aislamiento de los edificios. Frío en las casas y despilfarro de energía frente a optimización de recursos. Sin embargo, son obras costosas y difíciles de amortizar. Por eso, son necesarias ayudas y subvenciones públicas. Más rentable, mucho más, es la instalación de paneles solares. Ya no se colocan solo por motivación ecológica. Además, las cuentas salen. Ahorro en el recibo con energía verde y limpia. Así que no es solo cosa de los políticos. No hay que dejarles todo el trabajo. Aún hay gestos mucho más pequeños que pueden marcar la diferencia en lo que se refiere a ahorro de energía. La clave está en que la sostenibilidad ha subido enteros en los últimos meses. El ser humano se ha dado cuenta de su fragilidad y se ha vuelto más consciente de la necesidad de proteger el entorno.
Imprescindible, como también lo es en todo esto la digitalización. Aprovechar todo lo que la tecnología puede ofrecer para gastar menos como lo hacen los termostatos inteligentes. Es solo un ejemplo, pero permite encender la calefacción solo cuando es necesario y se amortizan en menos de un año. Inversión que ahorra energía y ayuda a tener un planeta un poco mejor. Lo mismo con el coche eléctrico. Más eficiencia, porque realmente de cada 100 euros de combustible que se echan en el depósito, tan solo los 30 primeros son para mover las ruedas. Pues en el eléctrico la proporción cambia a 9 de cada 10. Impresionante resultado para mejorar en la evaluación final. Máxima rentabilidad, optimización de recursos e inmejorable puntuación en el examen para reconstruir la economía desde la eficiencia y la sostenibilidad. Sobresaliente, para ser el primero de la clase y estar a la cabeza de Europa.