¿Es buen momento para cambiar a una tarifa variable?
A todo el mundo le ha pasado alguna vez, pero la recomendación es no hacer caso a las llamadas comerciales ofreciendo grandes descuentos en el recibo de la luz. Eso sí, sin duda, es un buen momento para cambiar de compañía o contrato siempre que se haga a una tarifa variable.
Sí, si es buen momento. Sobre todo, si lo que se va a hacer es cambiar a una tarifa de luz variable. Por el contrario, si lo que se quiere es mejorar una fija o contratar el servicio con otra compañía hay que tener en cuenta algunas cosas. Se deben tener algunas ideas muy claras. Por ejemplo, la primera es tener mucho cuidado con las ofertas… y también tener claro que la mayoría de las personas no pueden estar siempre pendientes del recibo de la luz. Ni todos los días ni todos los meses. Ni siquiera todos los años para ver si les suben un 30% el precio que pagan por cada kWh. Importante porque en la mayoría de las ocasiones las compañías eléctricas se aprovechan de eso. Hay ofertas muy tentadoras con descuentos atractivos que a los pocos caducan y el coste se multiplica.
¿Por qué las tarifas variables son la mejor opción del mercado?
La buena noticia es que todavía existen compañías de confianza, como Próxima Energía, donde uno puede saber y tener la tranquilidad de que está pagando lo adecuado. El mejor ejemplo de transparencia se puede encontrar precisamente en las tarifas variables. Directamente cobran el precio del mercado mayorista. Si el precio es de 0,11 euros por kWh eso es lo que se va a pagar en la factura. 0,11 o lo que sea para cada una de las horas del día más los costes regulados que están publicados en el BOE. Ni más ni menos. Más rentable que el mejor de los descuentos y de las ofertas porque hay momentos en los que es mucho más barato. Especialmente en las horas centrales del día por la enorme aportación de energía solar y los fines de semana. En estos momentos es mucho más económico poner la lavadora que por las noches.
¿Es buen momento para cambiar a una tarifa variable? – La tarde de COPE (25 de septiembre de 2024).
Todas estas cosas son las que merece un poco tener en cuenta y la verdad es que tampoco hay que volverse loco. No es necesario planchar a las 3 de la mañana, como se decía antes, ni a las 3 de la tarde con todo el calor para aprovechar los bajos precios de la electricidad. No, no se trata de eso. Está claro que si se pone la lavadora en las horas de más sol va a salir a mitad de precio que si se hace a las 9 de la noche. Sin embargo, si se tiene que hacer se debe tener la tranquilidad de que uno no se va a arruinar. La diferencia está entre pagar 7 céntimos por lavado o 15. Tampoco es que sea una locura ni nada parecido. Además, existe un dato demoledor que lo confirma:
De los últimos 11 años en 10 las tarifas variables han sido más baratas que la mejor oferta a precio fijo que se pueda encontrar en el mercado.
El truco definitivo para elegir la tarifa adecuada: siempre variable
Por eso, lo más importante es no caer en la tentación de los descuentos. Ocurre con mucha más frecuencia de lo deseado. Llamadas insistentes de comerciales para ofrecer una tarifa nueva. Incluso, a veces se hacen pasar por tu propia compañía. Lo mejor es no escucharlos nunca por una sencilla razón. El comercial que está realizando la comunicación cobra por cada contrato que consigue. Además, lo hace directamente del recibo del consumidor. Lo mínimo son 30 euros por euros por cada nueva alta. No es poca cosa. Por eso en los últimos años han proliferado las empresas de telemarketing. Por este motivo, el Gobierno las quiere prohibir. Fundamentalmente porque utilizan estrategias engañosas en las que suelen omitir información. Hay tantas estafas en el sector que había que tomar medidas porque una vez aprobado el cambio ya no hay marcha atrás.