¿Cómo funciona el mercado eléctrico? La explicación sencilla
Lo normal es saber lo que cuesta un kilo de naranjas, pero no un kW de electricidad. También que los precios en las tiendas se mantengan igual durante todo el día… pero con la luz es un poco más complicado. ¿Cómo funciona el mercado eléctrico?
Ya se sabe lo que pasa. Todo el mundo lo habrá experimentado en alguna ocasión. Es empezar a hablar del recibo de la luz y se le ponen a uno los ojos del revés. Eso como mínimo porque lo más habitual es que produzca un dolor de cabeza que no sea ni medio normal. Lo peor de todo es que no son casos aislados. Al que le pase puede estar tranquilo porque es muy frecuente. La verdad es que es mucho más complicado de lo que debería ser. Por fortuna tiene fácil solución. Eso sí, se necesita de cierto interés. Solo eso porque, en realidad, no hace falta ser ingeniero ni nada parecido para comprenderlo perfectamente. Tampoco es necesario aprender todos los entresijos del mercado eléctrico, aunque sí tener unas nociones básicas de cómo funciona.
El funcionamiento del mercado eléctrico
Si lo que se pretende es ser experto en cómo funciona el mercado sí que es mucho más complejo. Hay más de 100 normas publicadas en el BOE que lo regulan, pero en líneas generales es un mercado como cualquier otro. Lo que hay que tener en cuenta es que, desde hace 20 años en toda Europa, no solo en España, funciona como cualquier otro sector en el que se venden y compran bienes y servicios. No es el Gobierno ni Bruselas el que fija el precio, sino que son las compañías eléctricas las que lo hacen. Sin embargo, tiene una particularidad que lo hace diferente a todos los demás. El problema es que la compra/venta se hace en todas las horas del día y el coste, lógicamente, va cambiando. Es sencillo de entender.
¿Cómo funciona el mercado eléctrico? La explicación sencilla – Canarias Radio (11 de septiembre de 2024)
La característica que hace que el mercado eléctrico sea diferente a todos los demás
Todo el mundo lo sabe. A lo mejor el precio de la lubina en el mercado central puede cambiar de un día a otro, pero no suele variar en las diferentes horas de un mismo día. Es decir, a las 10 de la mañana no es más barato que a las 2 de la tarde.
Por el contrario, con la luz sucede justo al revés. El precio fluctúa y en las diferentes horas el mercado mayorista arroja un precio diferente. Por eso, más allá de conocer en detalle cómo funciona y el modo en el que se fija lo que pagan los consumidores, que a la mayoría de las personas no les interesa, con lo que hay que quedarse es con lo siguiente. Lo que importa saber es que al final hay una serie de empresas que son las que tienen las centrales de producción que ofertan a un mercado. Luego hay otras que suelen ser filiales de estas mismas que la compran para llevársela a sus clientes. No siempre es así, porque en la mayoría de los casos son independientes. La actividad de generación y la de comercialización son independientes.
Es decir, son comercializadoras que van a comprar al mercado para luego vender al consumidor. Unas compran otras venden y al final se establece un precio para cada una de las horas del día que puede ser más bajo o alto.