¿Encenderla o no? Ese es el dilema que plantea el problema de la calefacción central y al que se enfrentan las comunidades de vecinos. Al no poder acogerse a la tarifa TUR verán sus facturas multiplicadas por tres respecto al invierno pasado.
Afecta a más de un millón y medio de viviendas. Es decir, a todas las comunidades de vecinos que cuentan con calefacción central. No es cosa de regiones o comunidades autónomas. Sucede a lo largo y ancho de España. Tal es la situación que no son pocos los que se están pensando si encender o no las calderas. El precio que pagan por el gas se ha multiplicado por tres en el mejor de los casos, pero puede ser aún peor. No hay solución puesto que a la Tarifa TUR solo se pueden acoger familias con un consumo anual inferior a 50.000 kWh. De momento, lo que sí que han conseguido es la rebaja al 5% en el IVA de este suministro esencial. No es suficiente y en la mayor parte de los casos aún están esperando a ver qué es lo que pueden hacer.
Los Administradores de Fincas estiman que este invierno el precio de la calefacción central va a ser 4 veces mayor. Así, si de media la factura por vivienda era de unos 300 euros llegará a los 1.200 durante este invierno.
Hasta ahora no hay respuesta oficial, aunque sí que se están estudiando algunas soluciones. El problema es que las comunidades de propietarios que tienen calefacción central, como ha explicado Jorge Morales de Labra en Más vale tarde de La Sexta, no pueden adherirse a la tarifa regulada. Complicada situación porque si las del mercado libre están entre 0,11 y 0,24 euros por kWh… la tarifa TUR, ya incluida la última actualización, es de tan solo 0,06. Así, el coste es sensiblemente inferior. Mucho menor. De modo que, si el pasado año se pagaban de media 100 euros mensuales, este año puede subirles el recibo hasta los 430. Eso sí, en el caso de poder acogerse a la tarifa oficial el precio se reduciría de forma notable hasta los 142 euros. Algo más que en 2021, pero mucho menos que con otras fórmulas de contratación habituales.
Por eso, hasta que llegue una solución oficial son muchas las comunidades de vecinos que están tomando algunas alternativas: reducir el calendario de uso, restringir el horario, bajar la temperatura, instalar repartidores de costes…
Sin embargo, la solución es de todo menos sencilla porque plantea otro problema si se permite a las comunidades de propietarios acogerse a la tarifa TUR. Las compañías suministradoras van a perder mucho margen de beneficio. No tanto como para hacerlas quebrar, como se apunta desde algunos sectores, pero sí como para tener un fuerte impacto en las cuentas de resultados. Hay más… incluso para los que la tienen individual. Solo 1 de cada 5 personas que se pueden acoger al mercado regulado lo han hecho. No hay tiempo que perder. Se debe hacer el cambio lo antes posible, aunque también es complicado. Están las líneas colapsadas. Además, la situación plantea otra duda. ¿Cómo es posible que unos vayan a pagar el gas a 60 euros/MWh y otros al precio de mercado de 250? ¿Quién abonará la diferencia por esta limitación?
La diferencia entre el precio de la TUR, que tiene limitadas las subidas, y el coste del gas en el mercado se acabará pagando entre todos a las gasistas, pero durante los próximos 10 años. De modo que se genera un déficit de tarifa que habrá que devolver.