Sin duda, del aire acondicionado ya se ha dicho prácticamente todo, pero la mayoría de las veces no son ciertas todas las afirmaciones. Las hay sobre su impacto en la salud como que no es bueno utilizarlo por las noches mientras se duerme o que provoca resfriados. También que es malo para el medioambiente cuando la tecnología ha avanzado en los últimos años en el sentido contrario. Tampoco es cierto que reseque los ambientes en exceso o que solo sirva para enfriar. De hecho, aunque la mayoría de las personas no lo utilicen es la forma más eficiente (y la más barata de calentar las casas en invierno). Y si precisamente se habla de eficiencia ahí es donde los falsos mitos del aire acondicionado se multiplican. Estos son solo algunos de los más populares y ha llegado la hora de acabar con todos para ahorrar en las facturas.
#1. Bajar la temperatura al mínimo enfriará la habitación más rápido. FALSO
Lo típico en un caluroso día de julio. Llegar a casa sofocado con más de 40ºC en el exterior y querer solucionarlo lo más rápido posible poniendo el aire acondicionado a la temperatura más baja que permite el termostato. Error, porque eso no enfriará más rápido las habitaciones. La razón es que los equipos de climatización enfrían a una temperatura constante. Siempre igual. Ajustarla demasiado baja solo hará que el sistema trabaje durante más tiempo del necesario, aumentando el consumo de energía sin acelerar el enfriamiento. Además, al final el resultado siempre es el mismo. Se puede llegar a pasar frío y es cuando empieza el ahora subo, ahora bajo.
#2. Apagar y encender el aire acondicionado consume más energía. FALSO
Y eso… También existe la creencia de que lo mejor es dejar el aire acondicionado encendido todo el día porque apagarlo y encenderlo consume más energía. Especialmente en el momento de empezar a utilizarlo. Todo lo contrario. En realidad, es más eficiente apagar el aire acondicionado cuando no se necesita y encenderlo solo cuando se requiere enfriar el espacio. Desconectarlo, aunque solo sea 5 minutos para bajar a comprar el pan. Los sistemas modernos están diseñados para alcanzar la temperatura deseada rápidamente y con la mayor eficiencia. Otra cosa es que lo ideal sea mantener siempre una temperatura constante en el termostato.
#3. El aire acondicionado, cuanto más grande y potente, mejor. FALSO
Importante tenerlo en cuenta a la hora de comprarlo porque al final se acaba instalando el que más frigorías tenga y no siempre es necesario porque son más caros y ocupan más espacio. Así que un aire acondicionado más grande no necesariamente enfriará mejor o más rápido. ¡Está comprobado! De hecho, un sistema sobredimensionado puede enfriar el espacio demasiado rápido sin deshumidificar adecuadamente el aire, lo que puede dejar la habitación húmeda y aumentar el consumo de energía debido a ciclos de encendido y apagado más frecuentes.
#4. La eficiencia energética no varía mucho entre modelos. FALSO
De paso que ya se está en la tienda de electrodomésticos, antes de pasar por caja, también hay que pensar en otra cosa. Los modelos de aire acondicionado varían significativamente en términos de eficiencia energética. Los modelos con una alta calificación como los que llevan la letra A son mucho más eficientes y pueden ahorrar una cantidad considerable de energía y dinero a lo largo del tiempo. Además, no es ningún secreto que la climatización tiene un consumo energético alto por lo que se puede traducir en un ahorro importante en la factura de la luz.
#5. La ubicación del termostato no importa. También FALSO
Evidente. Y es que la ubicación del termostato puede afectar la eficiencia del aire acondicionado. Todo el mundo sabe que, si el termostato está cerca de una fuente de calor como una ventana soleada o una cocina, puede provocar lecturas incorrectas y hacer que el sistema trabaje más de lo necesario. Lo mismo sucede con la altura. No es lo mismo que esté colocado más bajo o alto. La temperatura tampoco es la misma. Por este motivo, colocarlo en un lugar representativo de la temperatura general de la casa mejorará la eficiencia y fomentará el ahorro.
#6. El aire acondicionado apenas requiere de mantenimiento. FALSO
Todo lo contrario. Un pequeño mantenimiento de forma regular es también crucial para mejorar la eficiencia energética. Lo más recomendable es limpiar los filtros al menos un par de veces al año. Además, es una tarea de lo más sencilla. Solo hay que extraerlos y ponerlos bajo el grifo para posteriormente dejarlos secar. Lo mismo sucede con las bobinas obstruidas y los niveles inadecuados de refrigerante, pero ahí ya es necesario un técnico cualificado. En caso contrario, el aparato de aire acondicionado funcionará de forma inadecuada y consumirá mucha más energía.
#7. Otros mitos sobre el aire acondicionado. Todos FALSOS
El primero es que usar ventiladores y aire acondicionado de forma simultánea es incompatible. Justo al revés como pensar que cerrar las rejillas en las habitaciones no utilizadas ahorra energía. Esto puede hacer que funcione de forma menos eficiente. El que ya está más o menos superado es pensar que las ventanas y puertas abiertas no afectan tanto. Siempre funciona y enfría mejor en espacios sellados, por así decirlo y a veces se olvida. Sea como sea, todos estos falsos mitos están comprobados y acabar con ellos puede ahorrar mucho dinero en la factura. Mejor para el bolsillo y, por supuesto, también para el planeta.
