Cosas típicas del verano. Los viajes por carretera, que suba el precio de la gasolina justo antes de la operación salida, encontrar hueco en la playa en el que plantar la sombrilla, el cuánto falta y los castillos en la arena… pero también que se incremente el precio de la luz cuando más se necesita. Es decir, en plena ola de calor. Justo en el momento en el que hay que empezar a conectar el aire acondicionado, el pingüino o, simplemente, el ventilador. Sin duda, esa es otra de las grandes consecuencias de la subida de las temperaturas y, por cierto, de las que menos se habla. Siempre se comenta que hay que estar en casa en las horas en las que los termómetros llegan al máximo, refrescarse en la piscina, si es posible, comer ligero, e hidratarse bien. Sin embargo, la luz y la climatización son los grandes olvidados.
Entonces… ¿por qué ahora en plena ola de calor se vuelve a superar esa barrera psicológica de los 100 euros por MWh? Esto como ha explicado Jorge Morales de Labra en Tiempo al tiempo de Cuatro TV es algo que tiene que ver, como en todos los mercados, con la oferta y la demanda. Durante los meses de verano hay una menor disponibilidad de fuentes de energía renovables y baratas como pueden ser la eólica y la hidroeléctrica. Y eso es precisamente lo que sucede en verano con las olas de calor. Sopla menos viento por la presencia de los anticiclones en la península y, sobre todo lo que se tiene es un mayor consumo. Es tiempo de ir a la playa, pero de la brisa marina es mejor olvidarse. Por eso, hay que poner el aire acondicionado. Además, todo el mundo lo hace más o menos a la vez.
Y esto evidentemente lo que hace es incrementar el precio. Menos oferta renovable barata y mayor demanda solo puede dar como resultado una cosa. Hace que haya que pagar un poco más.
Eso sí, solo afecta dependiendo de la tarifa que se tenga contratada. Es decir, si se tiene una tarifa de luz variable, aquella en la que el precio mayorista en cada una de las horas del día nunca es el mismo…Si por el contrario se está pagando uno fijo no importa para nada. Lo importante y lo que hay que tener en cuenta es que las primeras son una oportunidad para ahorrar. El motivo es que, en las horas centrales del día, justo cuando el aire acondicionado hace más falta se suelen mantener por debajo de los 100 euros por MWh. Mientras que las horas más caras son entre las 9 y las 10 de la noche. Justo cuando es mejor apagarlo y empezar a abrir las ventanas. Otra oportunidad más para reducir los recibos respecto a las tarifas fijas.