¿Qué horario debería tener España? ¿El de verano o el de invierno?
Cada vez que se acerca el cambio de hora regresa el mismo debate: ¿qué horario debería tener España? La decisión no es tan simple como elegir entre tardes más largas o amaneceres más tempranos. Detrás hay razones económicas, sociales y de salud que explican por qué ni Europa ni España se ponen de acuerdo en qué hora conservar si se elimina definitivamente el cambio.
Si con algunas cosas es más que difícil ponerse de acuerdo, con el cambio de hora mucho más. Cada vez que se adelanta o retrasa el reloj siempre vuelve la misma pregunta. ¿Hasta cuándo habrá que estar moviendo las manecillas? ¡Quizá ya no tenga sentido desde un punto de vista de eficiencia energética! Así que si, algún día se dejara de hacerlo, y cada vez parece más próximo ese momento, ¿con cuál habría que quedarse? ¿El horario de verano, con tardes más largas y luminosas, o el de invierno, más alineado con el sol? La pregunta parece sencilla, pero la respuesta no lo es tanto. Detrás hay factores económicos, sociales, biológicos y hasta políticos. Y aunque el Parlamento Europeo lleva años valorando eliminar los dos cambios anuales, lo cierto es que los países no se ponen de acuerdo ni en el “si” ni en el “cuál”.
Dos horarios para dos formas de entender el tiempo
El horario de verano, ese en el que adelantamos el reloj una hora en marzo, tiene una gran ventaja para países como España… ¡más luz por la tarde! Y eso significa más tiempo para disfrutar del ocio, más actividad comercial y una vida social que se adapta mejor a nuestro clima y estilo de vida. Sectores como la hostelería o el turismo, especialmente en zonas costeras, lo consideran el horario ideal. Una hora más de sol por la tarde significa terrazas llenas, más movimiento en la calle y, en definitiva, más consumo.
Sin embargo, el horario de invierno, el que mantenemos cuando se atrasa el reloj en octubre, tiene un argumento igual de sólido… ¡es el más natural! Se ajusta mejor a las horas reales de luz solar y a nuestros biorritmos. Con este horario, el amanecer llega antes y las primeras horas del día son más luminosas, lo que mejora la concentración y el rendimiento en los entornos laborales y educativos. También facilita la conciliación. Los niños entran al colegio con luz, y los adultos inician su jornada sin la sensación de “vivir de noche”.
La realidad de España. ¡Hasta 3 husos horarios distintos!
El dilema se complica aún más si se mira el mapa. España está atravesada por una gran diferencia de longitud. No amanece a la misma hora en Menorca que en Galicia. Entre ambos extremos puede haber casi una hora de diferencia solar. Por eso, como ha recordado Jorge Morales de Labra en 120 minutos de Telemadrid, ya hay comunidades que han planteado tener su propio horario. Galicia, por ejemplo, lleva años defendiendo unirse al huso horario de Portugal, una hora menos que la península, porque su amanecer y anochecer son mucho más tardíos.
¿Qué horario debería tener España? ¿El de verano o el de invierno? – 120 minutos de Telemadrid (21 de octubre de 2025).
Y ahí aparece el riesgo de fondo. Si el cambio de hora se eliminara, pero se dejara a elección de las regiones, podríamos acabar con distintas horas dentro de España. Algo parecido a lo que ocurre en Estados Unidos. Tres husos horarios para un mismo país que harían mucho más complejo coordinar horarios laborales, transportes o emisiones televisivas. Un escenario que, aunque suene extremo, no es tan imposible si tenemos en cuenta los distintos intereses territoriales y económicos.
Economía frente a bienestar
El debate no es solo técnico, sino también cultural. España, por su latitud y estilo de vida, vive mucho de la luz y de las actividades al aire libre. Para el turismo y la hostelería, el horario de verano es más rentable. Las tardes largas invitan al consumo, al paseo y a llenar terrazas. En cambio, para quienes trabajan en oficinas o estudian, la historia es distinta. Con el horario de verano, en diciembre el sol no saldría hasta casi las 9 de la mañana en algunas zonas del país, y la primera parte de la jornada transcurriría prácticamente a oscuras.
¿Qué horario debería tener España? ¿El de verano o el de invierno? – 120 minutos de Telemadrid (21 de octubre de 2025).
Esa falta de luz matinal tiene un impacto real sobre la salud y el rendimiento. Los expertos en cronobiología insisten en que nuestro cuerpo se sincroniza con la luz solar, no con el reloj. Dormimos mejor y rendimos más cuando nuestro horario vital coincide con el del sol. De ahí que muchos científicos defiendan mantener el horario de invierno como el más saludable, aunque sea menos “social”.
¿Y Europa qué dice?
La Comisión Europea lleva desde 2018 planteando el fin del cambio de hora, pero cada país debería decidir con qué horario quedarse. Y ahí está el bloqueo. Porque lo que es bueno para unos sectores o territorios puede no serlo para otros.
El debate no es solo español. En los países nórdicos, donde la diferencia entre el día y la noche puede superar las 20 horas según la estación, el cambio de hora tiene mucho más sentido… y, paradójicamente, son ellos los que más presionan para eliminarlo. En cambio, en el sur de Europa, donde la variación de luz es menor, el efecto real sobre el consumo o el bienestar es limitado. Por eso no hay consenso: lo que para Finlandia o Suecia puede ser una medida lógica, en España se vive como una pérdida de horas de ocio.
Al final, más allá de relojes y husos horarios, lo ideal y lo importante sería encontrar un equilibrio entre la luz que necesitamos y la vida que queremos. Todo porque, en realidad, no se trata solo de horas de sol que se tienen, sino de cómo se viven.
