Limitar el precio, impuestos a las eléctricas, reforzar el bono social, pero ¿qué más se puede hacer para controlar el precio de la energía? Ahora se suman también recortes a las renovables.
Algo hay que hacer ahora mismo. La preocupación es tan grande que ya no hay solo un plan para tratar de controlar el precio de energía. Hay hasta cuatro diferentes a los que incluso se podrían sumar algunas medidas y propuestas más. Todo el mundo ha oído hablar ya del plan A. Limitar el precio de la luz o, más bien, devolverlo al tope anterior de 180 euros/MWh. El plan B es el más difícil de todos, impuestos o tasas que graven los extraordinarios beneficios caídos del cielo de las eléctricas. Por el contrario, el C es el más necesario de todos: mayor protección para los consumidores más vulnerables con el bono social. Todas son propuestas interesantes y tendrán efectos en los recibos. También se pueden hacer todas a la vez. Unas inmediatas y otras más profundas, pero ¿qué más se puede hacer para controlar los precios?
“… trabajar conjuntamente para que salga una posición lo más contundente posible con medidas lo más urgentes y rápidas con las que poder garantizar niveles de precio no tan volátiles y mucho más adecuados a las necesidades…” Pedro Sanchez. Presidente del Gobierno de España.
Sin duda, se puede hacer más y lo cierto es que se esperan algunas medidas más de las que no se habla tanto en la calle. Probablemente, volverán los recortes a las renovables. Nada tiene que ver esto con el impuesto al sol o las instalaciones de autoconsumo, pero es algo que se espera. Eso sí, de una forma diferente a la que realizó el Gobierno anterior. Para empezar, porque no se espera que sea retroactivo y porque el momento es diferente. En medio de la situación actual de alta tensión en los mercados internacionales tiene mucho más sentido, como ha explicado Jorge Morales de Labra en Hora 25 de los negocios de Cadena SER. Tendrá importantes efectos financieros. Ahora mismo no es que las renovables se estén forrando como sucede con otras tecnologías que están amortizadas desde hace tiempo…
Sin embargo, sí que están acelerando la recuperación de la inversión que realizaron a la hora de ponerlas en marcha. Es decir, con el precio de la luz más alto que nunca, sucede que lo que estaba previsto que cobraran por este concepto de aquí a 2030 lo están recibiendo ya en 2022. Mucho antes de lo esperado. La peor crisis energética de los últimos 20 años no es el mejor momento ni el más adecuado para anticiparlo. En realidad, tampoco hay tanta prisa y lo más sensato debería ser aplazarlo. Seguir el plan que se había fijado. Tan sencillo como hacerlo en 2027, 2029 y 2030 siguiendo la hoja de ruta. Además, esto también tendrá un efecto bastante inmediato. Rebaja adicional en las facturas de la luz, aunque por sí misma no sea suficiente. Necesita de otras medidas y reformas que la complementen.