Incluso sin salir de casa es posible bajar el recibo de la luz y no hace falta tanto tiempo como ya está durando el confinamiento para comprobarlo.
Un par de minutos. Ni más, ni menos. Lo que se tarda en leer estas líneas, y poco más, para empezar a ahorrar energía desde ahora. Ya mismo. El tiempo es oro y la electricidad también. Más de un mes sin salir de casa y la forma en la que se vive ha cambiado. Desde las rutinas más básicas hasta la forma de trabajar. 24 horas en casa pasan factura y, sobre todo, en el recibo de la luz. No solo por el mayor número de equipos informáticos conectados en el hogar por el teletrabajo, hay mucho más. Sí, más horas en la cocina, más tiempo de ocio, videojuegos y televisión y más consumo en climatización. Sin coches, oficinas, colegios y demás, todo el gasto energético se produce en el hogar. Tanto que más de uno habrá bajado corriendo al buzón…
Desde la declaración del Estado de Alarma el consumo energético de los hogares ha subido más del 20% entre semana y del 11% durante los sábados y domingos
Solo para hacerse una idea, poner el fuego una hora más al día de lo que se hacía antes del confinamiento incrementará la factura mensual de la luz en unos 3 euros. Eso sí, solamente si se tiene la tarifa adecuada porque con otras se puede hasta triplicar el aumento. Sí, 9 euros de más y solo por cocinar. Sin dejar de ser responsables con el consumo, no hay que alarmarse. El precio de la luz se ha desplomado en los mercados mayoristas hasta un 65% y eso tiene su reflejo en los recibos que esperan en los buzones. La electricidad es un 20% más barata que hace un año, pero no para todos. Por tanto, precisamente ahí, en el tipo de tarifa es donde puede estar la clave del ahorro energético durante el confinamiento.
La opción que, con el paso del tiempo, año tras año, se confirma como la más económica es la Tarifa Oficial u otras similares de precio variable que la tengan como referencia como es el caso de la Cristalina de Próxima Energía. Todos los que las tengan contratadas podrán disfrutar de esta bajada y más si cuentan con la llamada discriminación horaria. Se puede reducir aún más con solo desplazar ciertos consumos a las llamadas horas valle. Lavadoras, lavavajillas, cocinas, … están trabajando a pleno rendimiento y toda ayuda siempre es bien recibida. Pero es que, además, el precio que se paga por la luz puede fluctuar debido a otros muchos factores. De entre todos destaca la temperatura que es especialmente variable en esta época del año.
Por este motivo, aún hay que prestar especial atención al uso de las calefacciones para no llevarse ningún disgusto. Hay que tener en cuenta que cada grado que se aumente supone un 7% más de gasto energético. Así, que otro consejo muy útil es utilizar un termostato inteligente. Ayuda a conocer y gestionar el consumo y, por tanto, evitar sorpresas en la próxima factura ahora que se está más tiempo en casa. Hogar, dulce hogar, pero sin sobresaltos por la luz. Por cierto, 120 segundos es también el tiempo que se puede tardar en cambiarse a la tarifa adecuada.