Pagarán más los que más consuman. Con la nueva fórmula de la tarifa de la luz tendrá un mayor peso la parte variable del recibo, pero es ahí donde el consumidor tiene un mayor control sobre el gasto: potencia contratada, horarios, eficiencia, …
Llueve sobre mojado. Aún no se ha puesto en marcha la nueva tarifa de la luz anunciada para 2020 y ya se empieza a hablar de otros cambios. No, todavía no ha dado tiempo a aprenderse las mejores horas para poner la lavadora o pasar la aspiradora y suenan más novedades. Se van solapando los cambios y, ¡atención!, son importantes. Afectan a la forma en la que se reparten los costes con una nueva fórmula. Menor peso de la parte fija de la factura eléctrica, del 59% al 51%. Pueden ser buenas noticias. La mala es que sube la parte variable hasta prácticamente la mitad. Pero ahí es, precisamente, donde los consumidores tienen mayor control. Pagarán más los que más consuman y, por supuesto, también al revés. Eso sí, para evitar subidas inesperadas se hace más necesario que nunca memorizar ya mismo los nuevos horarios de la luz.
El nuevo reparto de los costes del recibo de la luz propuesto entraría en vigor en abril de 2021 y afectaría a los más de 11 millones de consumidores que están acogidos a la tarifa oficial.
En la mano, y más bien en los enchufes, de cada uno está que la subida sea de apenas el 5% o se dispare hasta el 20%. Pequeños gestos y modificaciones en hábitos de consumo marcarán la diferencia. Mucho o poco, porque la verdad es que la medida hará que el recibo de la luz en líneas generales crezca para la mayoría. En primer lugar, porque hay un déficit de tarifa de más de 600 millones de euros del pasado año, pero también porque el precio de la electricidad está en mínimos históricos. ¡Hasta un 15% más barata que hace 365 días tras el covid-19! No durará siempre. No hay que alarmarse, aún quedan casi 9 meses para que la medida se haga efectiva. Más de 270 días para ponerse las pilas y practicar con medidas y acciones como las que Jorge Morales de Labra propone en Más vale Tarde.
Básicas, pero muy sencillas, empezando por los electrodomésticos. Frigorífico, lavadora y lavavajillas son los que más gastan del hogar, pero de nada sirve aprenderse los nuevos horarios si no son eficientes. Nada de nada. El despilfarro penalizará aún más. Lo de que el gasto ahorra les va ahora a la perfección. También lo de que lo barato sale caro. No hay más que hacer un simple cálculo para darse cuenta, por ejemplo, con el lavavajillas. No es el que más gasta, por lo que las diferencias aún pueden ser mayores. A partir de abril, lavar los platos 10 veces costará menos de un euro en las horas baratas y más del doble en las caras. El coste se multiplica por 2 para hacer la misma cosa. Sí, las vueltas que da el contador cada vez que se conecta serán más caras dependiendo de la hora y también en general.
Potencia contratada, horarios, eficiencia, … Con la nueva fórmula los consumidores tienen en su mano que el incremento del recibo de la luz sea de solo el 5% o se dispare hasta el 20%
Por eso, las etiquetas de eficiencia energética de los electrodomésticos tienen una importancia fundamental. Por cierto, cambian en diciembre, pero hasta entonces A+++ siguen siendo los que mejor aprovechan la energía. ¡Mejor momento imposible si se está pensando en cambiarlos! Ahorrarán más de lo que creen. Tanto como reduciendo la potencia contratada. No hay que cansarse de repetirlo. Si no saltan los plomos al menos dos veces al año se tiene más de la que se necesita. Por si acaso, ahora no va a haber problema. Se van a poder tener dos, una para las horas baratas y otra para las caras. La económica va a estar tirada de precio. Barata de verdad, para poder concentrar más consumo en ese horario sin miedo a que se vaya la luz. Lavadora, lavavajillas, plancha, aspiradora y hasta el horno si hace falta. Todo a la vez.
Desde medianoche hasta las 8 de la mañana y todo el día durante los fines de semana. Así que está bien claro, eficiencia, potencia y desplazar consumo al horario más económico. Mejor poder controlar el gasto con estos tres elementos que pagar siempre el precio más caro con una tarifa plana o a precio fijo. Pues aún hay más porque, por evidente que parezca, la energía más barata es la que no se consume. La que no se compra de la red y más cuando cada kWh es más caro. La alternativa, es producir la propia electricidad con paneles solares. Invertir para ahorrar porque este nuevo reparto de los costes de la electricidad va a fomentar el autoconsumo. Sí, llueve sobre mojado con más cambios en la tarifa de la luz, pero en la mano de cada uno está que por una vez lo haga a gusto de todos.